Asesino de taxista no muestra arrepentimiento

Francisco Santos, convicto por el asesinato de Roberto Pita, fue condenado a entre 25 años a cadena perpetua por los hechos

Francisco Santos,  junto a a su abogado intentó esquivar la prensa.

Francisco Santos, junto a a su abogado intentó esquivar la prensa. Crédito: Especial para EDLP / Robert Kalfus

El Bronx — “Se hizo justicia gracias a Dios y la fiscalía”, dijo entre sollozos Jessica Cacpcata, viuda del taxista Roberto Pita, poco antes de que el asesino fuera sentenciado.

“Mi querido y amado gordo, estés donde estés ahora estoy segura que vas a descansar en paz porque tu muerte no quedó en vano”, indicó la mujer como parte de su testimonio antes de que la jueza Megan Talmer condenara de 25 años a cadena perpetua a Francisco Santos, de 23 años.

La juez Talmer calificó de “sin sentido” el asesinato del taxista y resaltó que el acusado no mostró ningún remordimiento por ello ni por haber destrozado dos familias: la de Pita y la suya.

Talmer le recriminó su actitud durante el juicio entrando siempre con “sonrisa satisfecha”, algo que también denunció la fiscal Felicity Lung y la familia de la víctima.

Hace tres años, ocho meses y ocho días, como remarcó Cacpcata en su emotivo testimonio, Santos tomó el taxi de Pita de 37 años, e intentó robarle pero al no conseguirlo le disparó tres tiros al cuello y a la cabeza. Aún herido mortalmente Pita logró estrellar su auto contra el muro de una escuela dejando atrapado en el vehículo a su asesino.

“El luchó hasta el último momento porque el culpable pagase y lo logró”, dijo a la salida de la corte Capcata rodeada de sus hijos Gary y Joshua, de 11 y 16 años respectivamente, que dieron gracias a la policía, la fiscal y todos los que les han ayudado.

Gary no ofreció testimonio en la corte pero a la salida dijo que lo que más extrañaba de su papá eran “sus abrazos”. Sí lo hizo su hermano que al igual que hiciera su madre consistió en un coloquio con el fallecido: “Papá ¡cuánto te extraño!. Pasan los días, los meses, los años y yo aún pienso encontrarte en la casa sentado en el sofá viendo los partidos de futbol y acercarme a ti, abrazarte y sentir tu presencia”.

Hubo otro momento en que Joshua conmovió a toda la sala dirigiéndose a su padre: “Tu me enseñaste muchas cosas que en la vida debía afrontar pero jamás me enseñaste lo que es estar sin tí”.

En medio del drama que estaba sucediendo la única preocupación de Santos era permanecer con el rostro cubierto tras una carpeta para que no le fotografiaran. Algo que no pudo evitar cuando se le llevaron esposado y alguien de su familia viéndole alterado le gritó que se relajara. Su estrés se produjo tras recibir la máxima sentencia y entonces quiso hablar pero ya era tarde porque cuando pudo hacerlo renunció.

La familia de Pita no estuvieron solos, les acompañaba el presidente de la Federación de Taxistas, José Viloria y compañeros y amigos del fallecido.

“Todos los días nos reuníamos en un lugar para comer y hablábamos de nuestras familias”, dijo Octavio Pérez.Adolfo Alvarado describió a Pita como “una persona alegre y buena” que trabajaba 12 y 14 horas cada día. “Fue un amigo que perdí pero la mayor satisfacción de uno es que el criminal tenga su castigo”, afirmó Wilson Losada. “Los criminales tienen que darse cuenta que la justicia no está jugando”, dijo Héctor Campuzano.

El presidente de la Federación de Taxistas hizo una llamada a la unidad de los taxistas y mandó un mensaje a los criminales: “no nos vamos a quedar parados en estos casos”.

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