Escasez de alimentos afecta negocios en Venezuela

Propietarios enfrentan la posibilidad de tener que cerrar sus negocios debido a la situación

Militares inspeccionan los precios de los alimentos en un supermercado.

Militares inspeccionan los precios de los alimentos en un supermercado. Crédito: AP

CARACAS, Venezuela – Por primera vez en 10 años de actividad, Marco Freitas, quien tiene a su cargo una panadería en el centro de Caracas, enfrenta la posibilidad de tener que cerrar su comercio ante la escasez de harina de trigo que padece el país por el descenso en la producción y las fallas en el ingreso de las importaciones.

Con estanterías medio vacías, donde no hay ni un pan y sólo se exhiben productos de charcutería y algunas pastas secas, Freitas ha tenido que abrir en las últimas semanas para tratar de “sobrevivir” a la crisis que enfrenta el sector desde inicios de mes que ha llevado a algunas panaderías a cerrar temporalmente, según los datos que maneja la federación que agrupa a los panaderos.

Los severos problemas de escasez que hay con algunos rubros básicos como la harina de trigo y de maíz, la leche en polvo, el pollo, el aceite y el azúcar, generados por la deficiencia en la producción, el aumento de la demanda y una merma en las importaciones que se ha producido esencialmente por trabas en los puertos y el descenso en la entrega de dólares oficiales, han encendido la alarma en el país que vive desde hace nueve años bajo un control de precios y de cambio que ha generado grandes distorsiones.

En un intento por hacer frente a la escasez el gobierno anunció a inicios de semana que modificará una ley que establece un tributo por ganancias excedentes petroleras que le permitirá a la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. incrementar este año las ventas de divisas al Banco Central de Venezuela en $2,470 millones.

Aunque la medida ayudará a bajar las fuertes presiones de demanda de divisas que enfrenta el mercado cambiario desde hace dos meses por la reducción en la entrega de los dólares oficiales para las importaciones y otras actividades, analistas consultados por The Associated Press coincidieron en señalar que la decisión adoptada por el gobierno es sólo un “paliativo” y que se requieren acciones adicionales para fortalecer la posición de reservas internacionales operativas líquidas que son necesarias para cubrir las crecientes importaciones.

Las reservas internacionales se encuentran actualmente en $28,150 millones, de las cuales más de 60% están constituidas por oro.

El ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, afirmó el lunes que el gobierno tiene la suficiente capacidad para “generar todas las divisas” que se requieren para el funcionamiento de la economía.

“Nosotros el año pasado vendimos (al Banco Central de Venezuela) $46,000 millones. Este año si se mantuviera el comportamiento del precio como está ahorita de unos $100,103 el promedio para el país… tendríamos unos $49,000 millones de venta al Banco Central”, indicó Ramírez.

Las importaciones alcanzaron el año pasado la cifra record de 56.357 millones de dólares. El salto de 20% que registraron las compras externas durante 2012 se debió en gran medida a que el gobierno recurrió a masivas importaciones para atender la creciente demanda local y suplir los suministros de alimentos a bajos precios para contener temporalmente el avance de la inflación. Venezuela es altamente dependiente de las importaciones, especialmente en el sector de los alimentos, debido a que la producción local no cubre los requerimientos del mercado.

A pesar de las acciones que tomó el gobierno a través de los controles de precios y aumento de las importaciones, la inflación cerró 2012 en 20%, convirtiéndose en una de las tasas más altas de la región por séptimo año consecutivo.

De acuerdo con cálculos de la firma local de análisis económico Ecoanalítica, durante el año pasado se presentó un “déficit de divisas” de alrededor de $12,000 millones que el Banco Central de Venezuela no pudo suplir debido a que PDVSA no le entregó todas las divisas generadas por las exportaciones de petróleo que fueron dispuestas en parte para atender gastos y proyectos del gobierno. A su vez el instituto emisor debió disponer una porción de las reservas internacionales para el estatal Fondo de Desarrollo Nacional, a lo que está obligado por una ley.

El director de Ecoanalítica, Asdrubal Oliveros, afirmó que si el Ejecutivo sólo se restringe a incrementar en $2,470 millones las ventas de divisas al Banco Central de Venezuela esa acción será “bastante limitada” debido a los importantes requerimientos de dólares que hay desde noviembre cuando el gobierno comenzó a reducir la entrega de divisas oficiales.

“Hacen falta medidas adicionales, medidas más profundas o sino esto va a quedar como un pañito caliente para correr la arruga unos cuantos meses o por lo menos el primer semestre”, dijo Oliveros a la AP en entrevista telefónica y agregó que “a lo mejor el Ejecutivo esté pensando seriamente que con este tipo de medidas pueda postergar una devaluación que obviamente tiene costos importantes”.

El analista explicó que en la medida en que se postergue el ajuste cambiario será cada vez “más difícil controlar el tema de la escasez…(y) adicionalmente se te desacelera el crecimiento”

El mercado cambiario se ha visto sometido en los últimos dos meses a fuertes presiones generadas por los crecientes rumores sobre una posible devaluación que han incidido en el llamado mercado negro, lo que ha llevado la cotización de la divisa estadounidense a casi un cuádruple del tipo de cambio oficial de 4,30 bolívares por dólar.

Las autoridades han descartado reiteradamente en las últimas semanas la posibilidad de un ajuste cambiario pero las tensiones en el mercado de divisas han continuado y se han comenzado a reflejar en los precios de algunos electrodomésticos y repuestos de maquinarias que se han incrementado en más del doble.

El profesor de Economía de la Universidad Central de Venezuela, José Guerra, expresó que aunque la medida adoptada esta semana por el gobierno logrará “darle caja al Banco Central y conjurar la escasez facilitando las importaciones”, aún persisten “dos problemas muy graves” a los que el Ejecutivo no les ha hecho: la brecha cambiaria de casi 400% y el déficit fiscal gigantesco de 16% del Producto Interno Bruto.

Guerra dijo a la AP que para solventar el problema del déficit el gobierno podría recurrir a la “emisión de deuda o la devaluación”.

Agregó que ante las dimensiones del déficit fiscal “la devaluación tiene que ser por lo menos 100%”.

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