El máximo juez de Jalisco, demandado por pedir “impunidad” de delincuentes

MÉXICO – Luis Carlos Vega, presidente del Tribunal de Justicia de Jalisco, tomó el teléfono y llamó sin titubeos al jefe de la policía de Guadalajara para solicitarle que liberara a dos presuntos asaltantes de bancos (padre e hijo) que media hora antes habían sido detenidos merodeando un Banorte armados con una pistola Smith Wesson, otra .38 y varios cartuchos.

“Lo que pasa es que yo conozco a ese señor. El señor ese es muy amigo de un grupo empresarial aquí”, dijo el máximo representante del poder judicial del estado -tercero en importancia del país–  en una conversación que quedó grabada en un audio.

Salvador Caro, su interlocutor, hizo pública  la conversación con una denuncia ante la fiscalía local por abuso de autoridad y desde entonces los políticos de oposición exigen su renuncia y quieren  llevarlo a un juicio político.

¿Cómo es posible que sea juez y al mismo tiempo pida impunidad?¿Cómo es posible que delincuentes de Jalisco puedan llamarle directamente al Presidente del Supremo Tribunal?, se preguntan en el congreso y analistas políticos. “Esto es sólo la ‘punta del iceberg’ del influyentismo”, precisó el diputado independiente Pedro Kumamoto.

La versión de Vega es que, si bien reconoce su voz, él no pretendía la liberación de nadie sino que “realizaba un sondeo sobre detenciones arbitrarias.

Lo cierto es que el caso atrajo nuevamente la atención sobre dos de los principales males del país que engloba en un solo hecho la corrupción y la impunidad.

“Es algo que sucede por la extrema opacidad en la que opera la impartición de justicia, debido a la escasa atención que se dedica para revisar su integración y funcionamiento. No olvidemos, por ejemplo, que Rafael Caro Quintero no se fugo de prisión, ¡un juez (en Jalisco) lo liberó!”, comentó Gabriel Torres Espinosa, analista de la Universidad de Guadalajara, capital jalisciense .

En una aguda crítica por parte de la editorial del diario El Informador -uno de los más importantes de Guadalajara- llamó la atención sobre las verdaderas intensiones de enfrentar un caso en donde queda en cuestión un aparato de justicia y se pregunta si de verdad hay intensiones de reformar el sistema o simplemente se trata de un asunto político.

“Pareciera que Vega Palomares sólo está siendo utilizado para el golpeteo político entre Aristóteles (Sandoval, el gobernador) y Enrique Alfaro (presidente municipal) mientras se ponen de acuerdo para la Agencia Metropolitana de Seguridad”.