Si al entrar a la etapa de la mediana edad notaste que la frecuencia de tus encuentros íntimos con tu  pareja es menor pero mucho más plena que la que tenías en tus años mozos, no te equivocas y puedes sentirte una de las tantas mujeres afortunadas.

Un pequeño estudio, conducido recientemente por la Dra. Holly Thomas, de la División de Salud de la Mujer de la Universidad de Pittsburgh (Pennsylvania), encontró que para muchas mujeres de mediana edad el envejecer les regala el beneficio de hacer que el acto sexual sea más agradable y pleno que cuando estaban más jóvenes.

Para llegar a esta conclusión, la doctora entrevistó a más de tres docenas de mujeres entre las edades de 45 a 60 años, quienes afirmaron que se sentían mucho más satisfechas con su vida sexual, a pesar de que los encuentros eran menos frecuentes.

“Estas mujeres se sentían más cómodas y seguras bajo su propia piel a medida que envejecían, y esto permite que se sientan más libres en el dormitorio”, dice la Dra. Thomas, en el comunicado que expidió el plantel educativo sobre los resultados del estudio. “Tenían un mejor conocimiento y comprensión de sus cuerpos a medida que envejecían, y se sentían más cómodas y capacitadas para comunicar sus necesidades sexuales a sus parejas que cuando eran más jóvenes”, agrega la experta.

La buena noticia viene a alentar a las mujeres que experimentan las molestias normales de la menopausia (que por lo regular incluye reducción de la líbido y resequedad vaginal) y piensan que su vida sexual llegó a su fin.

Una vida sexual más plena

La Dra. Maricela Rodríguez-Gutiérrez, ginecóloga vinculada a Kaiser Permanente, Los Ángeles, está de acuerdo con los resultados del estudio ya que ella los ha escuchado de boca de varias de sus pacientes.

“Muchas mujeres en este grupo de mediana edad tienden una mejor idea de lo que les gusta o no en la vida sexual y se lo dejan saber a sus parejas. Por ende, cuando tienen sus encuentros, estos son mucho más satisfactorios. Además, se sienten más seguras de sí mismas y esto influye sobre su participación y su rendimiento sexual”, resalta la Dra. Rodríguez-Gutiérrez.

Y ante la vida sexual más plena que alcanzan muchas mujeres en edad madura, se podría decir que la clave está en saber cómo contrarrestar los cambios biológicos que ocurren durante la etapa de la premenopausia y la menopausia.

“Hay maneras de lidiar con los malestares para tener una vida sexual aún más sana y activa”, denota la ginecóloga.

Y para saber de ellas hay que hablar con el médico o ginecólogo de cabecera y dejarle saber los problemas que se  están encarando —ya sea resequedad, un bajón en la libido, molestias vaginales, incontinencia urinaria, tristeza, dificultad para concentrarse, sensación de desinterés por las actividades rutinarias, síntomas de depresión y dolores articulares— para identificar sus posibles causas y determinar cómo tratarlos.

“Muchas mujeres no tienen esta conversación tan fundamental [con su médico]”, denota la Dra. Rodríguez-Gutiérrez. “Pero, la salud sexual es una parte importante de nuestra salud general y, por ello, hay que hablar de ella con los médicos y ginecólogos sin mitos”.

La Rodríguez-Gutiérrez señala que también es importante tener una comunicación abierta con la pareja. “Hay que hacerle saber [a nuestro compañero] qué nos gusta o disgusta. Una tiene que sentirse libre [y comprendida] de decir ‘hoy sí’ u ‘hoy no’”, asegura la galena.

El cónyuge juega también un papel importante en el mejoramiento de la vida sexual de la esposa en edad madura, “al buscar nuevas rutinas que conduzcan a la actividad sexual, nuevas posiciones y una dedicación de más tiempo al proceso de excitación”.

Un recordatorio

La Dra. Maricela Rodríguez-Gutiérrez, especializada en ginecología, recuerda a las mujeres y hombres de la mediana edad que es importante que sus relaciones sexuales sean seguras.

“Los adultos mayores siguen estando en riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual”, recalca. “Así que siempre hay que tener un sexo seguro y mantenerse lo más saludable, durmiendo bien, haciendo ejercicio, llevando una alimentación sanan y aprendiendo a controlar el estrés diario. Esto no solo es bueno para la salud física, sino también ayuda a mejorar el deseo sexual”.