La contraloría reprueba a la ciudad por la baja contratación de negocios minoritarios

En el año fiscal 2016 el dinero recibido por contratos públicos a estas empresas fue inferior que el año anterior

El contralor, Scott Stringer, presentó, en octubre, el tercer informe de contratación municipal con empresas minoritarias.

El contralor, Scott Stringer, presentó, en octubre, el tercer informe de contratación municipal con empresas minoritarias.  Crédito: (Ana Nieto / El Diario)

La contraloría de NYC no sube la nota a la alcaldía en materia de empresas minoritarias y de mujeres (M/WBE). Este es el tercer año consecutivo en el que su titular, Scott Stringer presenta el informe sobre la contratación pública municipal con estas empresas (cuyo 51% al menos está en manos de mujeres, latinos, negros o asiáticos) y este año la nota que concede al municipio es una D+, la misma que el año anterior.

Por su parte, desde la alcaldía disputa que la oficina de Stringer esté utilizando una medida adecuada para calificar los esfuerzos que se están haciendo para ampliar las oportunidades de estos negocios.

Con las cifras de dinero gastado por todas las agencias en contratos público en la mano, Stringer, reprobó ayer la labor municipal. La razón es que por primera vez en los últimos tres que hace seguimiento, se ha rebajado el total del dinero en contratos concedidos a M/WBE a un 4.8% del presupuesto anual de $15,300 millones para obras y servicios de la ciudad cuando el año anterior fue un 5.3%.

Richard Buery, vice alcalde para Iniciativas de Política Estratégica y director de M/WBEs, explicaba más tarde que el contralor Stringer” se equivoca con los hechos”. “El año pasado esta administración concedió contratos por valor de $697 millones a M/WBEs, un 52% más en dólares que el año anterior. Nuestros contratos fueron a este tipo de empresas el 14% de las veces frente al 8% en 2015. Estamos en el camino de conceder el 30% del valor de nuestros contratos a esta importante comunidad para nuestros negocios”.

Según Buery, el informe de la contraloría no usa los datos de la alcaldía que contempla los contratos licitados en el año y que son más fiables que los pagos hechos ya que estos pueden estar ligados a los contratos concedidos y ejecutados en años anteriores e incluso administraciones previas. En ese tira y afloja, el contralor aseguraba que su método asegura hablar del dinero que finalmente reciben las empresas.

Esta metodología lleva al contralor a dar a la alcaldía un grado C a la hora de tratar a las empresas asiáticas, una D cuando se trata de latinas y una F en el caso de las empresas en manos de afroamericanos. Su propia oficina, la contraloría, se lleva una B frente la C de 2015. Hasta 15 agencias, la mitad de las analizadas recibió los peores grados, D o F, y 11 de ellas repiten con respecto al informe del año anterior.

La contraloría lamenta que se esté avanzando a un paso “glacial” para mejorar y que sea peor para las empresas de latinos y negros. En este sentido recomienda que haya un plan de desarrollo comprensivo e inclusivo en todas las agencias y que incluya una precalificación para pequeños negocios y M/WBE para competir contra firmas de similar tamaño para una serie de contrataciones apropiadas a su tamaño. Además, que se cree un programa de mentorías para dar apoyo durante la vida del contrato, no solo la fase de licitación pública, como hace la ciudad de Chicago. Stringer quiere asegurar que hay mecanismos en marcha para asegurar el pronto pago a estar firmas que suelen tener más problemas de financiación y les resulta más cara.

Adicionalmente, Stringer creen que un directivo de diversidaden la ciudad puede ayudar con una mejor estrategia para estas empresas que además deberían tener un proceso de certificación universal más sencillo. La certificación es clave para acceder a licitaciones. De las 954,000 firmas de minorías y mujeres de la ciudad, solo 4,571 están certificadas con la ciudad y solo 994 de ellas recibieron dinero de las agencias municipales en 2016.

Financiación

Alexis Peña dice que no es fácil para pequeños negocios minoritarios conseguir la financiación necesaria para poder trabajar en proyectos grandes en la ciudad de Nueva York. “Tenemos que adelantar el dinero y luego las empresas que nos subcontratan nos pagan en 30, 60, 90 días”, dice este constructor dominicano. Peña, de Totem Construction, fue uno de los empresarios al frente de una empresa minoritaria (M/WBE) que se reunió ayer con el contralor Scott Stringer para contar las dificultades que enfrentan las empresas como la suya. Este constructor dice que la ciudad debería obligar a las empresas grandes que contrate a conceder contratos a empresas minoritarias pequeñas.

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