¿Objetivo? un verano que abra oportunidades laborales

Piden que el programa de trabajo de jovenes del verano sea universal y no por lotería

¿Un curso de 12 meses? No todos los estudiantes de Nueva York quieren oír esto pero lo cierto es que expertos en trabajo y juventud apuntan a que un programa de trabajo durante el verano que permita dar entrada en el Curriculum Vitae a una experiencia en el mundo laboral, es una ventaja competitiva sin igual.

“En el caso de los latinos hemos observado que no solo ayuda a quienes no van a ir a la universidad a tener un mejor conocimiento del mercado de trabajo sino que anima y abre los ojos a muchos de los que no estaban interesados en cursar estudios superiores”, explica Lazar Traschan, director de Política de Juventud del Community Service Society (CSS)

Desde esta organización se hace público hoy lunes un documento en el que se señala la necesidad de hacer que el programa de trabajos de verano para los jovenes de Nueva York, sea universal y no por lotería como hasta ahora.

“Costaría $250 millones anuales pero ya estamos gastando casi $100 millones al año”, explica Traschan para detallar que se ha hecho ya un esfuerzo en otras etapas de la educación como el pre-k universal y esta debería ser otra de las metas.

El año pasado y tras incrementar el número de trabajos de verano por parte de las autoridades, la ciudad financió 60,000 puestos lo que supone incrementos con respecto a años anteriores pero 140,000 jovenes solicitarion entrar en el programa.

Desde el CSS se hace énfasis en el hecho de que el desempleo entre los jóvenes, uno de los mayores indicadores del futuro éxito en la vida, ha incrementado fuertemente. “A la vez la educación técnica de carrera y otros programas de educación basados en el trabajo han probado tener beneficios para los jóvenes”. No obstante, es difícil para los jóvenes tener un trabajo de verano sin ayuda.

La propuesta que se hace desde el CSS es que se haga universal (pero opcional) para todos los estudiantes el programa de trabajo y que se ofrezcan dos tipos de salidas, una basada en sociedades que tengan los colegios con organizaciones que provean servicios diseñados para las capacidades que se trabajan en cada uno de los centros de enseñanza y el grado de desarrollo de cada estudiante. La otra sería con contratos hechos por la ciudad con distintas organizaciones que proveean plaza en un sector específico.

Al hacer el programa universal se elimina la incertidumbre de quién entra y quién no y se permite desarrollar una mejor transición y relación con el empleado. Desde el CSS se lamenta que el programa de verano (SYEP) tal y como se ofrece ahora no ha mostrado los beneficios de empleo a la juventud debido a cómo está diseñado, administrado y financiado.

Mariah Gutiérrez, de la Fannie Lou Hamer High School, explicaba a este periódico que el verano pasado tuvo un trabajo diseñando un jardín comunitario gracias a un parternariado que tiene su colegio y “me ayudó a crecer, me dió un perspectiva de lo que es la vida real”.

Una compañera suya, Jennyffer Siavichay, estuvo trabajando en codificación en The Knowledge House y dice que aprendió a trabajar independientemente y en equipo. “Me gustó explorar algo nuevo. Y lo que he aprendido es que aunque una cosa en teoría no le atraiga a uno cuando se trabaja en ello es fácil que termine gustándote”.

Ninibeth Taveras le da la razón al explicar que al principio ella no estaba interesada en ello pero le terminó gustando y “está bien tenerlo en el CV”. Su compañera, Nydaysha Pollock, dice que el trabajo le ha ayudado a desarrollar sus dotes de comunicación con sus superiores y sus pares.

Todas ellas tienen entre 14 y 15 años y mostraron su intención de que este curso también durara 12 meses.

Salario mínimo

Una de las cosas que puede encarecer este programa es la subida prevista del salario mínimo que se paga a los alumnos. “Actualmente se paga $9.75 y no se queja nadie”, dice Laza Traschan de CSS. Pero el mínimo va a subir a $15 la hora. “Esto es más un programa de formación que un empleo, en vez de pagar un mínimo se puede pagar un estipendio y así se puede ahorrar”, sugiere.

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