Duelo y resignación en bando de Clinton ante “marea roja” de Trump

Los partidarios de Clinton padecieron los resultados estatales, que le dieron ventaja a Donald Trump

Lo que debió ser una histórica fiesta electoral anoche, se encamina esta madrugada a un final de pasmoso silencio, duelo y resignación tras la derrota de la demócrata Hillary Clinton, que contó con un fuerte apoyo latino, pero se vió arrastrada por la “marea roja” del republicano Donald Trump en el mapa electoral.

Según el cómputo más reciente, casi a las dos de la madrugada hora local, Trump tenía 244 votos del Colegio Electoral y Clinton tenía 215.  Se requieren 270 votos mínimos para ganar la presidencia.

Clinton no apareció en el Centro de Convenciones Jacob Javits en Manhattan para ofrecer su discurso de despedida, en parte porque aún faltaba el conteo de votos en algunas jurisdicciones. Al final, de la decena de estados “bisagra”, Clinton consiguió solo Nevada y New Hampshire.

Su presidente de campaña, John Podesta, afirmó que “Clinton no ha terminado” y pidió a los que aún quedaban en el auditorio a que se fueran a descansar a casa.

Contra todo pronóstico, Trump se impuso en la reñida contienda con un mensaje nacionalista, “anti-establishment” y anti-globalización que resonó principalmente entre hombres blancos de menor educación.

Aunque las encuestas reflejaron que Clinton logró de forma abrumadora el apoyo latino, en particular en estados clave, al final éste no conformó un “muro de contensión” contra Trump y su mensaje anti-inmigrante.

Hace unas semanas, Trump había vaticinado un “Brexit” al estilo estadounidense, al referirse al inesperado voto del Reino Unido de salir de la Unión Europea.

También una noche de derrotas para el Partido Demócrata: no sólo no logró retener la Casa Blanca sino que no pudo recuperar ni el Senado ni la Cámara de Representantes, y un presidente Trump podrá previsiblemente nombrar a hasta cuatro jueces conservadores al Tribunal Supremo de EEUU.

Al final, en la lucha entre la “ira” del hombre blanco y el creciente poder político de los latinos, venció incluso el “voto escondido” de partidarios del magnate empresarial.

En los corredores del Centro de Convenciones, muchos de los partidarios se retiraron antes de que Clinton llegara al edificio y algunos, secándose las lágrimas, evitaban hablar con la prensa.

En declaraciones a este diario, Roger Rocha, presidente nacional de la Liga Nacional de Ciudadanos Unidos (LULAC, en inglés) dijo que, ante la cifra récord de participación de los latinos y su rechazo  a Trump, éste tendrá que sentarse a la mesa con los grupos hispanos para discutir los asuntos más acuciantes de esta minoría.

Roger Rocha, presidente nacional de LULAC, afirmó que si Trump gana, tendrá que sentarse a dialogar con los grupos hispanos. Foto: María Peña/Impremedia
Roger Rocha, presidente nacional de LULAC, afirmó que si Trump gana, tendrá que sentarse a dialogar con los grupos hispanos. Foto: María Peña/Impremedia

Trump “va a necesitar a grupos hispanos allí para que ayuden en cualquier forma con la que salga de una reforma migratoria, porque si no, habrá problemas con lo que vayan a proponer… a ver si nos escucha”, dijo Rocha, quien ha programado una conferencia de prensa para esta semana para delinear las prioridades de la comunidad latina.

Un final de taquicardia

La noche electoral se vivió con mucho nerviosismo durante toda la noche, pese a que comenzó como una celebración de la diversidad étnica y racial del país, y con un mensaje contra la intolerancia entre ciertos sectores del Partido Republicano.

Este diario puedo ver a un guardia de seguridad rezando en silencio y, más tarde, varias mujeres se secaban las lágrimas, como lo hicieron cuando Clinton también perdió la lucha por la nominación en 2008.

Con cada resultado anunciado en pantallas gigantes, los partidarios de Clinton rompían en aplausos ruidosos o reaccionaban con un pasmoso silencio.

Cuando las encuestas demostraban un estrecho margen en zonas rurales de estados como  Florida o Virginia –dos de entre una decena de estados “bisagra”-, se podían escuchar gritos ahogados en el auditorio. Al final, Clinton ganó Virginia pero perdió Florida.

A lo largo de la noche, al escenario fueron llamados tanto representantes de las comunidades latina y afroamericana, que forman parte de la coalición que aupó a Clinton, como activistas de causas progresistas, como el control de armas.

Daniel Cantor, Director del Partido de Familias Trabajadoras, consideró que una elección de Clinton hubiese marcado el inicio del “cambio” que necesita Estados Unidos.

Su grupo apoyó a Clinton con un 68,2%, pero los votos no la llevaron a la victoria, lo que previsiblemente además deletrea el final de la era de los Clinton en la política nacional.

Sofia Boza, portavoz del Partido Republicano, explicó a la prensa que su partido logró movilizar a altas cifras de votantes de la clase trabajadora “que están inconformes con el estatus quo y quieren un cambio”.

En los próximos días, tanto la campaña de Clinton como los grupos afines que la apoyaron tendrán que hacer su propia “autopsia” para determinar errores y corregir la marcha de cara a los comicios legislativos de 2020.

Por ahora, para muchos en el centro de convenciones, está claro que Clinton perdió la cita con la historia y no pudo convertirse en la primera presidenta en parte por errores propios y por las filtraciones de WikiLeaks sobre su servidor privado, y los mensajes contradictorios del director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), James Comey sobre el asunto.

En declaraciones a este diario, Johnny Ford, exalcalde afroamericano de Tuskegee (Alabama) y delegado de Clinton,  dijo que pese a los magros resultados, está “orgulloso” de ella porque “hizo todo lo que pudo, y es obvio que existe una mayoría que salió de la nada” para derrotarla.

Johnny Ford, exalcalde de Tuskegee (Alabama), dijo estar "orgulloso" de Clinton porque "hizo todo lo que pudo". Foto: María Peña/Impremedia
Johnny Ford, exalcalde de Tuskegee (Alabama), dijo estar “orgulloso” de Clinton porque “hizo todo lo que pudo”. Foto: María Peña/Impremedia

“Lo único que podemos hacer es rezar que el país va a sobrevivir esto y continuar hacia adelante”, afirmó.

A su lado, su esposa, la exjueza Joyce London Alexander dijo estar “muy triste” por la derrota de Clinton pero aseguró que “nadie olvidará los logros del presidente (Barack ) Obama”.

Exjueza Joyce London Alexander consideró que nadie olvidará el legado del presidente Barack Obama. Foto: María Peña/Impremedia
Exjueza Joyce London Alexander consideró que nadie olvidará el legado del presidente Barack Obama. Foto: María Peña/Impremedia

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