Editorial: Inmigrantes a merced de jueces

La posibilidad de que un caso de asilo sea aprobado depende del juez que le toque.

Los tribunales de inmigración son un microcosmo de un sistema que necesita reparación urgente. Allí el destino de cientos de miles de personas se deciden al capricho de un juez sobrecargado de trabajo como para hacer una buena labor, en un proceso en que se puede colocar a un niño de cinco años sin abogado para defenderse de los adultos que lo quieren deportar.

Lo peor de todo es que el arribo del gobierno de Donald Trump lejos de reparar una situación que desafía la cordura legal, puede aún empeorar para los inmigrantes.

Un análisis de TRAC (Transactional Records Access Clearinghouse) de la Universidad de Syracuse, New York, mostró que cada vez hay más disparidad entre las decisiones, en casos similares de asilo, emitidas por los jueces de inmigración.

Por ejemplo, en el tribunal de Los Ángeles, de los 33 jueces contabilizados por TRAC, los rechazos a las peticiones de asilo van desde el 21.8% al 97.1% según el magistrado. En los tribunales de Nueva York y Newark, van desde el 2.2% al 59% y desde el 15.7% al 98.6% respectivamente.

O sea que la posibilidad de que un caso de asilo sea aprobado depende del juez que le toque.

Una explicación liga esta situación a la cantidad de casos que agobian al sistema.

Un cálculo reciente estimó que hay más de 520 mil casos en los 56 tribunales en todo el país que aloja a cerca de 300 jueces, con el aumento de 65 magistrados aprobados en los últimos dos años. Según Human Rights First si cada juez completa 750 casos al año, se necesitan 520 magistrados para eliminar el retraso en un año.

Los observadores anticipan que el panorama para agilizar el proceso no es bueno. Si la administración Trump se aboca a deportar millones de personas, como lo ha dicho el presidente electo, muchos de ellos van a tener que pasar por estos atiborrados tribunales.

Además Trump dijo que iba a congelar las contrataciones federales, por cual es muy difícil que se contraten más jueces para aliviar el cuello de botella.

Y si se llegase a designar más magistrados, la selección de los mismos quedará en manos del próximo secretario de Justicia, Jeff Sessions, el más antiinmigrante de los senadores, quien también tendrá el poder de fijar las pautas para el asilo.

El presente de los tribunales de inmigración es malo, pero como todo lo relacionado con los inmigrantes todavía puede ser peor.

En esta nota

Asilo Donald Trump Inmigración

Suscribite al boletín de Política

Recibe gratis las noticias de política e inmigración diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain