“Iglesias Santuario” se refuerzan tras triunfo de Trump

Diferentes centros religiosos de la Gran Manzana amplían red para proteger a los inmigrantes indocumentados

Iglesia santuario St Peter, llena de inmigrantes.

Iglesia santuario St Peter, llena de inmigrantes.  Crédito: Zaira Cortés

Nueva York — A pocas semanas de que Donald Trump tome posesión de la presidencia de Estados Unidos y ante el aumento de la preocupación de muchos inmigrantes sobre su futuro, templos de varias religiones en la Gran Manzana han reforzado el “Movimiento Santuario” para proteger a los indocumentados.

“Fundamentalmente es abogar por todos aquellos que están en proceso de deportación y proveerles espacios sagrados, como las iglesias santuario, para que puedan estar protegidos mientras se busca una solución a su proceso en las cortes de Inmigración”, explicó el reverendo Fabián Arias, de la iglesia santuario Saint Peter’s Church, en Manhattan.

El Movimiento Santuario, que ahora es impulsado por templos de denominación cristiana, sinagogas y mezquitas, surgió en la década de 1980, cuando miles de refugiados políticos cruzaron la frontera desde El Salvador y Guatemala durante las guerras que se libraban en esos países contra las dictaduras, y contra el gobierno sandinista en Nicaragua. Para esos años, una red de 500 iglesias de denominación cristiana y sinagogas del sur del país ocultaron a cientos de familias para protegerlas de la deportación.

Aquel movimiento de compasión y amor por el prójimo, como lo describen los líderes religiosos neoyorquinos, resurgió en mayo de 2007 en Los Ángeles, Chicago y Nueva York, entre otras ciudades, y  en parte estuvo inspirado por la determinación de Elvira Arellano, una activista mexicana fue deportada en 2007 después de estar refugiada un año en la Iglesia Unida Metodista de Adalberto de Chicago.

“Quizá somos afortunados de encontrarnos en una ciudad santuario. El alcalde (Bill) De Blasio dijo que las agencias de la Ciudad no cooperarán con las autoridades de inmigración, pero eso no significa que no estarán en comunicación”, advirtió el pastor luterano Juan Carlos Ruiz de la iglesia santuario St. Jacobi Church, en Brooklyn.

Apoyo moral

“La nominación del general John Kelly para dirigir el Departamento de Seguridad Interior (en el gobierno de Trump) es amenazante para las comunidades inmigrantes en todo el país y debemos actuar desde ahora”, indicó Ruiz, quien es cofundador de the New York City New Sanctuary Coalition.

Esta coalición se fundó con 25 comunidades de fe en mayo de 2007 para la defensa de un inmigrante jamaicano (Jean) y una pareja china (Joe y Mei), quienes se enfrentaron a órdenes de deportación.

Ruiz explicó que the New York City New Sanctuary Coalition define “santuario” como apoyo moral, espiritual, psicológico, financiero y legal para los inmigrantes en peligro de arresto o deportación. El “santuario físico” es la última alternativa para una familia vulnerable.

“La experiencia de dar santuario físico ha sido dura para las iglesias que acogen el movimiento en otros estados. En Nueva York casi no hemos tenido casos, porque hemos visto que el santuario físico puede volverse una cárcel”, expresó el pastor. “Es abrupto para las familias vivir dentro una iglesia, están limitados físicamente, no pueden salir”.

En un memorando emitido en 2011, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) detalla que sus agentes evitarán arrestar personas en iglesias, escuelas, hospitales y demostraciones públicas.

“Pues yo prefiero mil veces estar recluida en una cárcel sagrada que volver a una hielera (cárcel) de Inmigración. Aquello es el verdadero infierno. Si ‘La Migra’ viniera por mí, yo corro para una iglesia, a mí no me importa quedarme ahí por meses”, dijo Noelia Morín (como pidió ser identificada), una garífuna de Honduras que fue detenida en noviembre de 2015 en una prisión de Texas.

La mujer, acogida por la iglesia The Bronx Spanish Evangelical Church, recibe la representación legal de la Coalición Movimiento Nuevo Santuario para frenar una orden de deportación que aún está en proceso.

Desobediencia civil

A pocas semanas de que entre en funciones el nuevo gabinete presidencial catalogado como anti-inmigrante por activistas y organizaciones, los líderes religiosos están considerando el santuario físico sólo en casos de deportación inminente. La Coalición, integrada por unas 50 iglesias de denominación cristiana, busca alianzas con sinagogas y mezquitas para ampliar su red de ayuda.

“Las iglesias santuario serán un proyecto de desobediencia civil para denunciar las que serán leyes de inmigración injustas e inmorales, según los planes del futuro gabinete. El que una situación sea legal no quiere decir que sea moral”, dijo el padre Luís Barrios, de la iglesia santuario The Grace Episcopal Church, en White Plains. “La indiferencia al dolor es un pecado capital”.

Hasta ahora, 11 congregaciones se han proclamado oficialmente para proveer algún tipo de santuario, según líderes religiosos, pero el número de templos podría incrementarse en los próximos días con el apoyo de las sinagogas y mezquitas del área.

Temor al  ICE  

Aunque en las últimas dos décadas la iglesia The Bronx Spanish Evangelical Church es un referente de protección para las familias pobres y de inmigrantes indocumentados, el reverendo Danilo Lachapel, director del Ministerio Dadles Vosotros de Comer, admitió que teme declarar el templo como un santuario físico, aunque ya es una iglesia santuario y parte de la Coalición.

“Ya es una iglesia santuario siempre abierta para aquellos que necesitan comida y ayuda. Al declarar el templo como un santuario físico, las puertas tendrían que cerrarse para proteger a las familias en su interior, es una decisión muy difícil. Cerrar las puertas es una previsión adicional, porque no hay garantía legal de que la migra no entrará”, dijo Lachapel. “Además, eso podría llamar la atención de las autoridades migratorias. Cada día miles de personas esperan afuera de la iglesia por comida y muchos de ellos son inmigrantes indocumentados. Temo por su seguridad”.

Sin embargo, Lachapell expresó con determinación que no dudará en proveer santuario físico en caso de que el clima anti-inmigrante en el país se torne insostenible.

“La feligresía de la iglesia aumentó notoriamente durante la campaña de Trump, las familias llegaron buscando consuelo”, comentó el reverendo. “En lo que va del año al menos unas cien mujeres garífunas (de Honduras) de mi congregación pidieron ayuda legal a la Coalición. No hay duda de que más familias vendrán buscando ayuda, nos esperan días muy difíciles”.

Unidos en oración y ayuda

En Nueva Jersey, la comunidad musulmana reaccionó a los esfuerzos de las iglesias de denominación cristiana neoyorquinas. El líder religioso Abu Sumayyah, de la mezquita North Hudson Islamic Educational Center, en Union City, comentó que hay preocupación por el porvenir después del 20 de enero, cuando Trump asuma como presidente.

“Los líderes musulmanes se han unido para discutir cómo proteger a los musulmanes y a nuestras comunidades inmigrantes. Un primer paso es un servicio religioso con líderes cristianos y judíos en el condado Morris para fortalecer la unidad y pedir iluminación para afrontar lo que viene”, dijo Sumayyah.

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