Uber y taxis pelean a muerte por una plaza millonaria de transporte: Cancún

MEXICO.- Un joven de 22 años, cantor de un templo y enfermero de nombre Hadad Isaí Tec, se convirtió en las últimas semanas en la primera víctima de una guerra a muerte que sostiene un sindicato aparentemente apoyado por políticos locales y conductores de la empresa estadounidense Uber desde que ésta anunció que competiría en Cancún hace cinco meses.

El botín en disputa ronda los 400 millones de dólares anuales, según cifras locales del transporte, con 4.5 millones de visitantes que visitan el balneario más valorado y popular del mundo.

Hasta septiembre pasado, los turistas no tenían muchas opciones de transporte desde el aeropuerto internacional de Cancún a la zona hotelera porque el sindicato “Andrés Quintana Roo” tenía monopolizado el servicio de traslado avalado por la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra) que otorga los permisos y licencias para el gremio.

“Hay mucho dinero de por medio, poca transparencia en finanzas, entran secretarios que salen multimillonarios. Una placa en Cancún puede costar 35,000 pesos (alrededor de 17,500 dólares)”, advirtió Jorge Aguilar Osorio, presidente del Partido de la Revolución Democrática en el estado de Quintana Roo.

Compañeros de Uber de Hadad Isaí acusan a agentes de Sintra de ser partícipes de la persecución que sostuvieron taxistas sindicalizados en contra el joven que terminó muerto en la carretera después de perder el control de su Dodge Attitud gris que se estrelló en un poste de luz.

“Él había reportado que lo estaban persiguiendo porque quiso cargar pasaje en el aeropuerto”, dijo un testimonio anónimo a la prensa local.

Pero el trágico desenlace comenzó mucho antes.

Desde el momento mismo que Uber anunció que operaría en el balneario que concentra el 95% del turismo internacional de México, los taxistas iniciaron las intimidaciones y ataques físicos en contra de conductores de Uber: actualmente hay 22 denuncias por lesiones ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

Al inicio, la empresa se dijo optimista en un comunicado de prensa debido a que los usuarios habían solicitado el servicio de Uber en Cancún en diversas partes del mundo. “En los últimos meses 58,000 usuarios internacionales y 102,000 nacionales han abierto el servicio en cuanto llegaron al aeropuerto”, expuso sin contar con la reacción del sindicato que durante décadas ha hecho del gremio un voto corportativo de los gobiernos en turno y los medios locales comienzan a ver una mano negra contra Uber.

El diputado Emilio Ramos ha salido en defensa de estas acusaciones que involucran a su hermano, titular de Sintra, de apoyar al monopolio. “En lo que estoy en contra es que Uber no quieran regularse mientras los otros transportistas tienen permiso del Estado”, dijo con las mimas palabras que se usan regularmente en diversas ciudades del mundo en contra del sistema de EEUU.

En medio de esta situación, los usuarios aún pagan mayoritariamente una tarifa del aeropuerto a la zona hotelera de 35 dólares al aeropuerto a los taxistas del sindicato; Uber, en cambio, ofrece el mismo recorrido por 10.