Cómo cuidar la salud mental y las emociones en la era Trump

Cómo manejar el temor, la ira y otros sentimientos negativos que surgen como resultado de las políticas de la nueva administración

El primer mes de la administración de Donald Trump provocó fuertes sentimientos no sólo en la población de EEUU, sino de alrededor del mundo, sentimientos que se manifestaron con protestas y manifestaciones multitudinarias, dentro y fuera del país.

Los psicólogos y terapistas fueron algunos de los profesionales que primero notaron dichos sentimientos, al ver crecer el número de pacientes.

“Desde que subió Trump, me despierto en medio de la noche sintiendo palpitaciones y ansiedad de que vengan al trabajo a deportarme”, Gloria Villalba, Los Ángeles, California.

“Desde la elección de Donald Trump hemos notado un aumento inusual de pacientes que llegan a consultar por depresión, coraje, estrés y ansiedad”, indicó Ana Santaolalla, psicoterapeuta, experta en familias, con práctica en Kaiser Permanente, y en su consultorio particular de LA.

“Generalmente, enero es un mes ocupado, en el que mucha gente busca terapia, pero el incremento que hemos visto este año es inaudito”, señaló la profesional. “Especialmente entre personas inmigrantes, muchos de los cuales tienen problemas para dormir”.

Hablemos de política

“Como profesional, no hablo de mi inclinación política en particular, sino que me concentro en ofrecer maneras de procesar las emociones que preocupan al paciente”, Santaolalla.

La psicoterapeuta indicó que es común que los pacientes toquen temas de actualidad en sus terapias, pero sólo desde la perspectiva particular que los afecta; pero que la semana que ganó Trump, el 60% de los pacientes lo mencionaron en sus sesiones.

Y a pesar de que el criterio general de los profesionales de salud mental es mantenerse al margen de las opiniones políticas, el verano pasado, antes de que se conocieran los resultados electorales, un grupo de más de 2,500 profesionales de salud mental firmaron un “manifesto”, o proclama, creado por Bill Doherty, terapista y profesor de psicología en la Universidad de Minnesota, oponiéndose al “Trumpismo” (http://citizentherapists.com/manifesto/).

La proclama “Terapistas ciudadanos en contra del Trumpismo”, describe los efectos psicológicos de la campaña presidencial en los pacientes.

Según el documento, el “Trumpismo” es una serie de principios y comportamientos que los profesionales generalmente tratan de resolver en sus prácticas y que incluyen:

  • Buscar un “chivo expiatorio”, que puede ser una persona o un grupo en particular, como en el caso de los inmigrantes, para culparlo de todos los males, en lugar de asumir la responsabilidad de los actos propios.
  • Nunca pedir perdón o admitir errores.
  • Denigrar y ridiculizar a críticos y rivales.
  • Subordinar y degradar a las mujeres, y exagerar la masculinidad como ideal cultural.
  • Promocionar la violencia y el desprecio por las instituciones públicas.

“Muchas mujeres me han expresado en terapia su preocupación de que el presidente haga comentarios misóginos y denigrantes al hablar de ellas”, agregó Santaolalla. Esto es particularmente estresante entre víctimas de abuso sexual o con problemas de imagen corporal.

El activismo es una manera positiva de canalizar los sentimientos.
El activismo es una manera positiva de canalizar los sentimientos.

‘¿Cómo le hago?’

“Cada vez que leo las noticias en la web, siento impotencia y me duele el estómago”, Elizabeth Justice, 18 años, estudiante de UCR.

Cientos de personas se encuentran en la disyuntiva entre leer o ignorar las noticias, para evitar sentirse mal. Santaolalla aseguró que es posible informarse de manera objetiva.

“Una manera de hacerlo es fijar un tiempo límite por día, especialmente para leer las redes sociales como Facebook o Twitter, donde existen comentarios racistas y de odio que causan estrés”, explicó. La psicoterapeuta recomendó poner límites especialmente a la noche, porque las noticias y comentarios de odio pueden causar insomnio.

  • Hacer ejercicio diario, o practicar un deporte.
  • Hablar con seres queridos y no guardarse dentro las emociones negativas.
  • Buscar un hobby y otras maneras de canalizar el coraje, como, por ejemplo, a través del activismo.
  • La meditación es otra manera de lidiar con los sentimientos negativos y relajarse.
    “Aunque sea cinco minutos de meditación, a la mañana, o a la noche. En la actualidad, existen ‘apps’ o programas de meditación, como Head Space, que son simples de bajar”.

Según la psicoterapeuta, muchas personas reprimen sus emociones, y estas terminan manifestándose de otro modo.

“Quizás tienen peleas con su pareja, o están continuamente enojados. Mucha gente está estresada, pero no puede determinar de dónde viene ese estrés”, opinó Santaolalla

“La terapia es un buen recurso, para quienes tienen acceso a ella. Pero también se puede encontrar a alguien con quién hablar” aconsejó la experta y y recalcó la importancia del “auto cuidado”. ‘Es importante mantenerse fuertes y sanos para enfrentar las dificultades”, recordó.

La otra cara de la moneda

“Tuve una discusión con mi propio hijo cuando él se enteró de que yo había votado por Trump. Yo no soy racista, lo voté porque creo que nos va a beneficiar. Pero ahora siento que nadie respeta mi punto de vista”, Frank Aguirre, 62 años, negociante.

El triunfo electoral de la nueva administración, a su vez, es un reflejo de la salud mental de la cultura en la que vivimos, e incluso quienes votaron por Trump sienten la presión de quienes los rodean.

“[La elección de Trump] refleja la división y los sentimientos reprimidos que no se verbalizan”, indicó Santaolalla. “El racismo y la discriminación no son algo nuevo y datan de la época de la esclavitud. Pero para muchos, fue una gran sorpresa descubrir que tanta gente sigue pensando del mismo modo”.

Para más información, puedes visitar therapywithana.com

Emociones en cifras

Un estudio realizado en febrero de este año, por el Centro de Investigación Pew sondeó los sentimientos de los norteamericanos en torno a la nueva administración.

Compartimos algunos de los hallazgos de la encuesta:

  • La aprobación general del desempeño de Trump en sus primeras semanas está entre las más bajas de la historia. El 56% de los entrevistados dijo desaprobar la gestión de la nueva administración. En las primeras semanas de su administración, Barack Obama contaba con el 76% de aprobación, George W. Bush con el 60%, y Clinton, 63%.
  • Según el Centro Pew, sólo el 37% de los entrevistados opinó que Trump era confiable.
  • El 39% de los encuestados dijo que Trump estaba “bien informado”. Comparado con el 79% que dijo lo mismo de Obama y de Clinton, y el 62%, de Bush.
  • El 56% opinó que a Trump no le importa la “gente como yo”.
  • El 72% de los hispanos y el 64% de las mujeres dijeron tener una opinión desfavorable del presidente. Lo mismo ocurrió con los grupos con mayor educación, el 68% de los posgraduados y el 62% de los graduados confesaron tener una imagen negativa del mandatario.

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