Las dietas de los cracks de la selección de Argentina, incluido Messi ¿Qué comen?

Cada futbolista de la albiceleste sigue un régimen distinto según sus clubes o sus nutricionistas personales

Aquel flaco desgarbado al que la camiseta de River le quedaba larga hoy es un potente y robusto delantero. Aquella pulga, quien conserva el apodo y buena parte de su alimentación era pizza y gaseosa, hoy tiene el físico marcado y se preocupa mucho por su dieta. Aquel delantero veloz al que se le veían las costillas y que comía mucha carne cambió los hábitos a la hora de sentarse a la mesa y pudo terminar una temporada casi libre de lesiones musculares.

Lo que hace una década parecía un tema menor para los futbolistas argentinos hoy toma cada vez más notoriedad y por eso estrellas como Gonzalo Higuaín, Lionel Messi, Sergio Agüero o Paulo Dybala han cambiado sus hábitos alimenticios para mejorar en la cancha. “Hoy un jugador profesional del fútbol argentino sabe que si no se alimenta bien y no sigue las pautas de un nutricionista, da ventajas”, dice Laura Perziano, quien fue hasta febrero y por 13 años la nutricionista de Lanús y también trabajó en las selecciones juveniles.

Según los especialistas, la figura del nutricionista en el fútbol argentino creció en los últimos ocho años y por eso aquellos cracks que brillan en Europa hace más de una década se encontraron con un nuevo mundo en el Viejo Continente en cuanto a los alimentos que consumían por no tener muchos conocimientos previos. Messi, Higuaín, Agüero o Dybala siguen estrictas dietas, pero ¿qué comen y cómo hacen para respetar ese régimen durante una fecha de eliminatorias como la que disputarán a partir de mañana con el partido ante Chile?

Mesa de selección

Comida de la selección de Argentina
Comida de la selección de Argentina

Son pocos, pero intensos los días que dura una doble fecha de clasificación al Mundial y la AFA no deja ningún detalle librado al azar. Diego Iacovone, el cocinero de la selección, es el encargado de las comidas del plantel y, si bien se elabora un menú diario, los jugadores tienen siempre a disposición un buffet en el que están los alimentos de sus dietas habituales para que ellos los combinen de acuerdo a los lineamientos de sus nutricionistas personales o de los equipos médicos de los clubes en donde juegan.

En la selección se contemplan los alimentos que cubren las costumbres y las dietas que los jugadores hacen habitualmente en sus clubes o con sus nutricionistas. No hay una dieta única por el poco tiempo de concentración en una fecha de eliminatorias, reconocen allegados al conjunto nacional.

Esos buffets están abastecidos con alimentos ricos en proteínas y por lo general libres de gluten. Cada uno de los alimentos están separados para que los futbolistas los combinen a su gusto. Suele haber choclo, arroz blanco, palmitos, aceitunas, tomate o pasta libre gluten para que cada cual siga su libreto.

La selección mayor no tiene un nutricionista. La dieta es seguida de cerca por el médico Daniel Martínez y por el cocinero Iacovone, quien acompaña al plantel desde 1999. Su inclusión la decidió Marcelo Bielsa, por entonces DT del conjunto nacional, luego de que el extraño sabor de unos canelones de verdura en Holanda durante un amistoso hiciera que desde entonces un cocinero acompañara a la delegación. En los viajes de eliminatorias, quienes organizan la logística se aseguran de que los hoteles del exterior tenga a disposición los alimentos necesarios. Del agua mineral y las bebidas, se encarga uno de los sponsors.

Dieta de cracks y la lección de cómo comer bien

En sus primeros tiempos como profesional en Barcelona, la comida preferida de Messi era la milanesa napolitana y un vaso de coca cola y la carne vacuna, la base de su alimentación. Le gustaban la pizza, el helado, los dulces. Cuando en 2008, Pep Guardiola asumió como DT de Barcelona eso empezó cambiar: pidió que elaboraran en el club una dieta especial para Leo. Basta de gaseosas, pochoclos, pizza y conguitos (un dulce clásico en España) y bienvenido el pescado, alimento prácticamente desconocido para el crack rosarino.

Ese fue el comienzo de su transformación física. Es que luego del Mundial 2014, Messi visitó en Italia al doctor Giuliano Poser, quien modificó sus hábitos y, a base de una nueva dieta, Leo bajó entre tres y cuatro kilos y decreció la cantidad de lesiones musculares que sufría. El método de Poser es la kinesiología aplicada y consiste en realizar un estudio de fuerza muscular para determinar el tratamiento específico para cada persona. Los pilares de sus dietas son el agua, el aceite de oliva, los cereales integrales, las frutas y verduras biológicas, los frutos secos y las semillas, y dejar de lado los alimentos procesados y el azúcar.

Martín Demichelis fue quien le recomendó a Messi ir a ver a Posser y, luego, también acudieron a él Agüero e Higuaín. “Como muy poca carne roja, un montón de pescado y marisco, he eliminado el azúcar (lo he reemplazado por miel) y la fruta”, contaba el Pipita a principios de 2016 cuando había cambiado su dieta y no paraba de hacer goles en Napoli. “Fui a un doctor en italia y cambié algunos hábitos. No más pasta, no más azúcar y no más carne, que comía bastante. Funcionó y puedo seguir así hasta el final de mi carrera”, comentaba el Kun a fines de 2015 luego de dejar atrás las lesiones musculares.

El caso de Agüero también es especial desde que se fue al fútbol europeo en 2006 tras brillar en Independiente. En sus primeros tiempos en Atlético Madrid, eludía la balanza, tomaba gaseosas y mantenía la costumbre de comer hamburguesas y asados (cuentan que en su primera temporada llegó a comer cuatro en una misma semana), según consigna el libro Tres Décadas en Rojiblanco. Por eso, le dieron un plan intensivo para bajar de peso. “Le costó adaptarse a los buenos hábitos. Consumía muchos hidratos de carbono, carne roja y casi no bebía agua porque no le gustaba”, decía David Jiménez, por entonces nutricionista del club colchonero. Para que bajara de peso al principio, al Kun le sumaron un plan especial de entre 400 y 500 abdominales diarios.

Dybala llegó a Europa con sólo 19 años en 2012 tras jugar sólo en Instituto en la Argentina en el Nacional B. Pasó por Palermo y ahora brilla en Juventus. Si bien le encanta el asado, prácticamente no come. Es cordobés, pero no toma ni una gota de Fernet. “Tengo una dieta muy estricta Hay muchas cosas que no puedo comer. En los primeros dos años que llegué a Italia, comía cualquier cosa y eso no me sirvió mucho, así que después me empecé a cuidar y comer bien. Me sirvió muchísimo en la parte física y para prevenir lesiones”, contó hace poco.

Cambio de hábitos

Así como los cracks de hoy llegaron al fútbol europeo con cierto desconocimiento de los aspectos nutricionales, la situación será diferente para las estrellas argentinas del futuro: “Hace 10, 15 años no había tanta cultura nutricional en el fútbol.

Las futuras promesas que se vayan a jugar a Europa van a recibir indicaciones que no serán nuevas para ellos. Hoy la mayoría de los jugadores de Primera División tiene información nutricional. Después, pasa como en cualquier nivel de la vida: algunos se interesan y siguen los consejos y otros desoyen las indicaciones”, le explica a LA NACION la nutricionista Laura Perziano, quien cuenta que en los últimos años en el fútbol local se introdujeron los estudios antropométricos para medir masa muscular, grasas y ver en detalle a cada jugador para saber qué dieta necesita según el puesto en el que juega.

“Había dietas con exceso de proteína animal sin hidratos, una cultura carnívora, más el mate y la factura. Una vez que uno entraba en confianza con los futbolistas te contaban que comían picadas, comida chatarra, bebían alcohol. En las mediciones, muchos tenían exceso de grasas. Los números no mienten”, detalla Perziano el panorama con que se solía encontrar y que año tras año cambia con los cracks de la selección como ejemplos.

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