Una pregunta de trabajo prohibida para igualar salarios

“Y usted, ¿Cuánto cobraba en su empleo anterior?”. Con modificaciones, esta es una pregunta frecuente en la mayor parte de las entrevistas de trabajo. Es una pregunta que la defensora del pueblo, Letitia James lleva meses trabajando para prohibirla y es algo que está previsto que logre mañana cuando el concejo vote una propuesta de ley en este sentido. Según James, esta es una información que está ayudando a perpetuar la desigualdad salarial que sufren las mujeres.

En un acto público la defensora del pueblo defendió ayer una vez más, en las escalinatas de la alcaldía esta propuesta. Era el mismo día en el que se conmemoraba la lucha por la igualdad salarial, un objetivo que sigue estando lejano. Aunque Nueva York no es el peor estado en cuanto a desigualdades salariales entre hombres y mujeres en el caso de las latinas y las negras la brecha salarial sigue siendo inmensa. Y en la ciudad tampoco lo es menos. Según un informe de la oficina de James, las latinas hacen frente a un 54% con respecto a los hombres blancos.

Esta discriminación no solo es perjudicial para las mujeres y sus familias sino también para la comunidad en su conjunto porque se reducen los ingresos del estado en unos $20,000 millones y en el caso de la ciudad en, aproximadamente, $5,800 millones.

Si las cosas siguen como están, la diferencia salarial de hombres y mujeres latinas no se acabará hasta 2248. Quizá las bisnietas de las tataranietas de las mujeres de 2017 lo verán.

James quiere que el cambio sea mucho antes y por ello esta legislación que serán monitorizadas por la división de Derechos Humanos de la ciudad una vez que sea ley. La defensora del pueblo confía que la propuesta tiene los votos necesarios para pasar y el apoyo del alcalde con lo que espera que se empiece a aplicar muy pronto. No obstante James explicaba que hay mucho por hacer “en un amplia serie de temas”.

Además de desterrar para siempre la pregunta del salario anterior o actual como base del que se abone en un trabajo futuro, sus propuestas pasan por el aumento del salario mínimo, el incremento de la flexibilidad laboral, normas que apoyen a las familias trabajadoras como la licencia por maternidad y paternidad y que haya mujeres en posiciones ejecutivas, directivas y políticas.

James, que ayer se vistió como otras mujeres de rojo para destacar que las mujeres todavía “están en números rojos” (tradicionalmente asociados a las pérdidas) dijo a este periódico que se necesita un nuevo contrato social laboral que incluya de manera equitativa el papel que la mujer juega en el mundo laboral. “Y son las propias mujeres las que tienen que escribir las leyes”, dijo para recordar de la necesidad de que más féminas se incorporen al mundo de la política para hacer estos urgentes cambios mucho más rápidamente.