A las puertas de la libertad
NUEVA YORK Carlos Morillo se encuentra cada vez más cerca de la libertad y mañana martes, la juez de la corte criminal de El Bronx, decidirá finalmente si lo deja salir libre tras haber pasado 20 años de su vida en la cárcel por un crimen que no cometió.
La juez Margaret Clancy, que en una decisión preliminar del primero de septiembre último- desestimó la sentencia de 25 años a cadena perpetua dictada en contra de Morillo, volverá a retomar el caso mañana según lo anunció en una breve audiencia celebrada el pasado jueves.
Morillo, de origen dominicano, fue acusado y convicto -junto a José García- por la muerte de Cesar Vásquez, ocurrida el 15 de julio de 1991 en el Bronx. Crimen por el que fueron señalados por una única testigo, que después confesó haber sido obligada -por un detective- a dar la versión acusatoria a cambio que la policía dejara tranquilo a un hijo de ella, que tenía problemas con la uniformada.
La defensa compuesta por Elizabeth Felber y Michael Haidas, de la Sociedad de Ayuda Legal y Melissa Godwin, de la firma Sherman and Sterling, basaron la inocencia de Morillo, entre otras cosas, en la falta de credibilidad de la única testigo.
“Durante tres años estuvimos revisando el caso minuciosamente desde el 2007- y entre otras cosas, se realizó un estudio desde el mismo lugar donde la testigo dijo haber visto a Morillo, comprobando que era imposible haber visto algo, no sólo por la distancia, sino por la oscuridad”, dijo Haidas.
Según explicó Felber a este rotativo, “el martes la jueza dará a conocer los detalles finales de su decisión y esperamos someter una solicitud para pedir una fianza para que Murillo sea puesto en libertad en caso que la fiscalía quiera apelar la decisión”.
Durante su estancia en la cárcel según Rosa Sierra, la única amiga que lo ha apoyado- Morillo perdió a su madre.
Morillo, de 49 años, es padre de cuatro hijos. De acuerdo a Sierra, Morillo siempre se lamentó de no haber podido volver a ver a sus padres y de tampoco poder volver a ninguno de sus 3 hijas, “que dejó pequeñas en República Dominicana, ni a su hijo de 23 años, que nació en Nueva York. Nunca supo mas de él, porque la madre no volvió a tener contacto con Carlos”.
