Calderón promete detener la violencia

MÉXICO, D.F – El gobierno mexicano está optimista: en dos semanas del envío de 2,000 militares y policías federales, afirma que se redujo a casi la mitad el número de delitos, se desarticuló a dos bandas de secuestradores y detuvieron a más de 40 personas antes de que el presidente Felipe Calderón supervisara ayer el operativo Guerrero Seguro.

El mandatario visitó al puerto de Acapulco al que llamó “parte de la identidad e imagen de México” para prometer seguridad frente al secuestro y cientos de asesinatos como consecuencia de la lucha entre cárteles por el control de la plaza para la entrada de droga y la venta de ésta al menudeo.

“Acapulco debe saber que no está solo y que el Gobierno Federal apoyará con todo para que recupere la tranquilidad de sus familias”, dijo en un discurso inaugural de la XXIX Convención Internacional de Minería que recibió a 10,000 mineros y sus familias en un esfuerzo por regresar la confianza del turismo corporativo en la entidad.

No obstante a la tranquilidad generalizada en la entidad, la policía federal reportó aún hechos macabros como el hallazgo de una hielera con dos cabezas cercenadas que portaba una joven de 19 años a quien identificó como Damaris Gómez, líder de sicarios de la banda delictiva La Barredora o El Comando del Diablo.

En 2010, la prensa local contabilizó el asesinato de 540 personas entre decapitados, desmembrados y escaramuzas con ataques en plazas públicas, principalmente en el puerto de Acapulco que con 700, 000 habitantes tiene 397 puntos clasificados por las autoridades como inseguros.

La estrategia armada, reforzada desde el pasado 7 de octubre con el operativo Guerrero Seguro, incluye patrullajes las 24 horas del día, certificación y depuración de las policías, aumento de presupuesto y vigilancia en escuelas, carreteras, bares, discotecas y casinos.

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