Cuentas claras para invasores

El correo electrónico nos dejaba saber a los que lo recibimos hace una semana que “estaré enviándole 100 dólares a estos jóvenes para ayudarlos en su digna lucha”. Quien me escribió es un empleado civil del gobierno municipal que se jubiló de la policía.

El aporte de mi amigo a la causa es indicio de cuán penetrante ha sido el mensaje en contra del injusto sistema económico de USA, aunque se ha reportado no está del todo claro sobre qué es lo que quieren lograr los invasores de Wall Street.

Esta sola conquista que les acabo de relatar, es indicio del éxito que ya ha alcanzado este movimiento que a diario crece.

Entiéndase que entre los factores que favorecen a los de Occupy Wall Street es que continúan siendo subestimados por los poderosos.

Como ejemplo ofrezco al desconectado enano intelectual que funge como alcalde, quien el lunes dijo que él va permitir que los invasores continúen su protesta. Esa declaración de Michael R. Bloomberg es risible. El ejecutivo no entiende que lo que él diga no vale un comino para los que ya saben que él es un aborto del distrito financiero.

Tan insignificante es lo que dijo Miguelito que los patriotas que ocupan Wall Street piquetearon ayer a un puñado de los más ricachos de la urbe en donde viven. Lo que me indica que la Town House de Miguelito pronto será blanco de una invasión. O sea, que estos usurpadores no van a poder estar tranquilos ni en sus hogares.

Sé que estos jóvenes no necesitan consejos de un guerrero viejo, pero les advierto para que no caigan en las trampas de ningún partido o político. Ellos saben que no hay diferencia alguna entre los demócratas o republicanos. Todos los políticos, desde la Casa Blanca, al Senado y la Cámara son responsables del desmadre que vivimos y que a diario empeora. Por eso me encantó lo que le hicieron al congresista John Lewis en Atlanta, Georgia, cuando el sábado trató de dirigirse al grupo de invasores que allí está operando.

Los que han tomado Wall Street deben cuidarse de los políticos locales, pues no hay ninguno que no haya defraudado a quienes les eligieron. Las distracciones que podamos crear los medios noticiosos también son peligrosas para lograr las metas de su gestión. Mi consejo para estos enfocados patriotas es que no se fíen de nadie, ni siquiera de aquellos en mi profesión. Pa’lante guerreros.

Bajofuego@eldiariony.com

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