Descuartizador divide familia

Padre de mujer asesinada culpa a su otra hija porque el homicida no irá a juicio

Nueva York – La familia de Reyna de los Santos está atravesando una nueva tragedia después de que su esposo, Edwin Fuentes, se declarase culpable en la corte de Queens el pasado martes.

Fuentes negó durante más de cuatro años el asesinato y solo admitió haber cometido el crimen a cambio de una condena de 20 años de cárcel. El acuerdo, algo habitual aquí, no ha sido aceptado por la familia en República Dominicana. Estos culpan a Marisol de los Santos, la hermana que se desplazó a Nueva York, por aceptarlo y hablan de acciones legales contra ella y los fiscales, según nos indicó telefónicamente, Alcibíades de los Santos, padre de ambas.

El abogado Darío Martínez, un dominicano nacido y criado aquí, explicó la desconfianza: “Es parte de la cultura dominicana no creer en los abogados, piensan que siempre hay algo entre manos porque al parecer hay allí una cultura de vender a sus clientes”. Martínez dijo que enfrenta esa desconfianza a menudo: “es triste no sentirse apoyado por la comunidad que a veces elige abogados no dominicanos”.

El abogado José Luis Pérez, ayudante general de Latino Justice/PRLDEF y ex ayudante del fiscal del Condado de Queens explicó que solicitar la aprobación de la familia al acuerdo “es pura cortesía de la fiscalía porque ellos pueden hacer el acuerdo con o sin el consentimiento familiar”.

Respecto a las posibles acciones legales contra el acuerdo indicó que no conocía que hubiera alguna. “El único que tiene opciones es el juez quien puede aceptar o rechazar el acuerdo cuando se lo presentan y en la sentencia puede establecer que se cumpla en su integridad o cambiar el tiempo acordado”.

La desconfianza familiar tiene su razón de ser en una investigación que siempre fue cuestionada. “Hubo encubrimiento o negligencia o Fuentes era un informante de la policía y estaba protegido”, denunció Enrique Lugo director y fundador de Corona National Community Center.

“A pesar de decirles que había historia de violencia doméstica la policía se basó en lo que él decía. ¿Cómo se va a ir una persona sin llevarse su pasaporte, su teléfono, su billetera?. Les hacíamos estas preguntas pero no le catalogaban como sospechoso a pesar de sus declaraciones contradictorias, de los arañazos en brazos y cuerpo…”, indicó Lugo, quien dice no se investigan con eficacia los casos hispanos.

En una carta que enviara Marisol de los Santos a este diário explicó que basada en los pormenores del caso y en que existía la posibilidad de que un jurado no hallara culpable al homicida, estaba convencida que este fue el mejor resultado.

“Estoy convencida que una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida fue aceptar que este hombre hablara… solo recuerdo el caso de Casey Anthony, la madre acusada por matar a su hija, todo apuntaba hacia ella, pero no se pudo demostrar… Existía la probabilidad que pasara lo mismo con este caso… Dejaron que el tiempo pasara y las pruebas obtenidas no son suficientes”, indicó de los Santos.

“Veinte años es poco pero mejor que nada, esto no debe preocupar mucho. Este hombre está sentenciado por el resto de su vida desde el momento que asesinó a mi hermana. Hoy debo pensar en mí, mis sobrinos y en todo el que nos rodea, una persona como esta no merece salir a la calle”, agregó la mujer.

Al cierre de esta edición la policía no había respondido a nuestras preguntas.

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