En pie de lucha los ocupantes de Wall Street

NUEVA YORK – A 21 días de la multitudinaria Ocupación de Wall Street, el ánimo de los indignados no decae.

Ya sea al ritmo de una guitarra acústica y una canción de protesta, tambores retumbando o golpeteos con baquetas a los botes de basura, el bullicio en el centro financiero es cada vez más estridente.

Las armónicas suenan conjuntamente con los gritos de los manifestantes que claman distintas consignas en una sola voz.

Cientos de manifestantes tomaron nuevamente las calles de Wall Street. Con el grito de ¡Somos el 99%!, los indignados pidieron un castigo a los súper ricos.

John Méndez, un estudiante de la Universidad de Nuevo México, dijo que la desobediencia civil es el único recurso que tienen los pobres para expresarse.

Méndez, de 29 años, al igual que otros miles de manifestantes, denunció la desigualdad social causada por los banqueros en un país donde el 1% de la población posee el 40% de la riqueza.

Mientras algunos indignados caminaban con pancartas por las calles aledañas a Zucotti Park, otros permanecían en el campamento.

Un grupo cocinó platillos improvisados. Ensaladas, sándwiches, arroz y vegetales fue la comida para muchos de los presentes.

La tecnología no se desvinculó de la protesta. Frente a la tienda Men´s Wear House, una pantalla gigante mostraba los miles de comentarios de simpatizantes en las redes sociales. El monitor marcaba más de 28 mil mensajes acerca de la Ocupación de Wall Street.

El colorido movimiento se convirtió en un atractivo más para los turistas que circular por el lugar. Los autobuses se estacionan frente a Zucotti Park para que los visitantes puedan observar a los indignados, sin embargo, para Jeff Wilson, la ocupación del centro financiero no es una cuestión que no merezca seriedad.

Wilson, quien sirvió 20 años al ARMY, dijo que Estados Unidos olvidó a los veteranos.

“Fuimos a pelear guerras que no logró solucionar el protocolo diplomático. Vivimos miserablemente mientras los magnates se hacen más ricos gracias a la economía bélica”, expresó Wilson.

En la manifestación permanente, se puede observar a indignados con disfraces de piratas o máscaras de teatro, portando el popular símbolo de amor y paz, mimos improvisados haciendo malabares con manzanas y músicos con vestuarios exóticos.

Para algunos, la presencia policía es intimidante.

“No queremos que suceda otro incidente violento. Tenemos un comité que se dedica a calmar a los compañeros que están más enojados. Queremos un movimiento pacífico”, dijo Fred Cárdenas, de Colombia.

Cárdenas, de 23 años, viajó desde Chicago para formar parte de la histórica protesta.

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