Green Bay único invicto tras seis fechas

Con el campeón hasta morir o hasta que aparezca algún rival entre Patriots, Ravens, Chargers, Giants, Lions o 49ers

Una cosa queda clara: los Packers serán factor en enero. En lo que va de la corta temporada regular, Green Bay destaca como equipo firme en sus aspiraciones de repetir como campeón. Hace más de una década que nadie repite y el tema ni se toca, pero los Packers, gracias al mando de Aaron Rodgers, son claramente la clase actual de la NFL. Por el momento no se ve quien los tumbe.

El grupo de aspirantes incluye varias sorpresas, como San Francisco y Detroit. Los Lions están en el mismo grupo, así es que antes de que comiencen los playoffs sabremos más respecto a Detroit, que promete, siempre y cuando su entrenador mantenga la compostura.

Los 49ers tienen el resto de la temporada para madurar a su quarterback Alex Smith, devolviéndole la confianza y actitud que lo hizo la primera selección colegial, inclusive por encima de Aaron Rodgers.

El resto de los pretendientes anda entre los sospechosos de siempre. Nueva Inglaterra mientras tenga a Tom Brady, Nueva Orleans mientras tenga a Drew Brees y San Diego mientras tenga a Philip Rivers. Lo mismo ocurre con Pittsburgh mientras dure Ben Roethlisberger detrás de una línea ofensiva parchada; los Giants mientras Eli Manning siga produciendo y evitando intercepciones y Baltimore, siempre y cuando Joe Flacco finalmente dé el estirón.

Entre los grandes ausentes está Indianápolis por la baja de Peyton Manning. Mientras los Cowboys y Tony Romo tengan que jugar los dos últimos minutos de juego, no se ve por dónde, y Michael Vick al frente de Filadelfia actualmente lo consideramos como en cuidado intensivo. No eliminado pero tambaleando en serio. Lamento reiterar lo obvio, pero esta liga se maneja alrededor de la posición más difícil en el deporte profesional, mariscal de campo en la NFL. Dime con quién andas y te diré quién eres.

No se pierdan la acción en la NFL y veamos lo más destacado para este fin de semana.

Resto de la jornada (a seguir):

Chicago (3-3) en Tampa Bay (4-2):

Los dos equipos llegan enrachados después de victorias contundentes. Los Bears destruyeron a Minnesota, acelerando el posible retiro de Donovan McNabb mientras que los Bucs respondieron contra los Saints después de ser apaleados por San Francisco 48-3. Así de tenue es la diferencia entre una paliza y primer lugar en la división que arrebató Tampa Bay a Nueva Orleans. Los Bucs permitieron 453 yardas totales a Drew Brees y compañía, pero de alguna manera limitaron a solo 20 puntos a una de las ofensivas más explosivas en la liga. Pues va de nuevo porque Chicago le metió 39 puntos a Minnesota y hay que considerar a la tripleta de Jay Cutler, Matt Forte y especialmente Devin Hester entre lo más potente en la liga. Chicago tiene la mala fortuna de jugar en la división de los Packers (invictos) y Lions (5-1), así que están obligados a mantener el paso y recuperar juegos por ahí, porque tres equipos de una división no pasan.

San Diego (4-1) en NY Jets (3-3):

Entre tanto ruido por Detroit y Buffalo, la ausencia de Peyton Manning, el fallecimiento de Al Davis y la camarita húngara entre los entrenadores Jim Harbaugh y Jim Schwartz, los Chargers han permanecido bajo el radar. Pues es hora que se definan, y no hay como un viaje a Nueva York para sufrir el acoso de los medios. Es casi fines de octubre y San Diego marcha en tierra desconocida, con cuatro victorias contra una sola derrota en vez de estar saliendo de apuros. Hace varios años que los Chargers no arrancaban bien; y menos mal, porque los Raiders están a escaso medio juego de ventaja. Philip Rivers, quarterback, es siempre una garantía, el receptor Vincent Jackson ha recuperado forma y Antonio Gates sigue ocasionando estragos para profundos y apoyadores. Del lado de Nueva York existe mucho ruido y pocas nueces. La defensiva ya no intimida y la defensiva contra la carrera más la presión sobre mariscales de campo han desaparecido. O sea, los Jets han perdido su personalidad de las últimas temporadas. El entrenador Rex Ryan sigue pronosticando grandes logros y siguiendo el ejemplo de su líder, varios jugadores han agregado sus propios comentarios a la prensa creando un ambiente álgido en el vestidor. Nueva York está obligado a cumplir el domingo o las cosas se pueden desvirtuar rápido.

Atlanta (3-3) en Detroit (5-1):

A diferencia de los Jets, los Falcons buscan regresar a sus raíces. La labor de Michael Turner por tierra (139 yardas, 2 TDs) es lo que siempre ha garantizado resultados en Atlanta. Cabe mencionar que los Lions permitieron más de 200 yardas por tierra contra San Francisco, así es pueden esperar una buena dosis de Turner mezclado con engaño y pases de Matt Ryan a Roddy White y el novato Julio Jones. El corredor en Detroit, Jahvid Best está en duda para el domingo, pero el mariscal Matthew Stafford, entre los mejores de la liga, tendrá disponible a uno de los mejores receptores en la liga, Calvin Johnson. La defensiva de los Lions buscará sacarse la espina después de haber perdido la batalla en la línea de golpeo la semana pasada y suponemos que al entrenador Jim Schwartz se le bajará el coraje del domingo pasado.

Green Bay (6-0) en Minnesota (1-5):

Donovan McNabb pensó que caía en blandito cuando los Vikings y su entrenador Leslie Frazier pusieron toda su confianza en el veterano. Quizás McNabb se veía repitiendo las hazañas de Brett Favre, cuando los Vikings se quedaron a un juego del Súper Bowl. Para nada, esto ha sido un verdadero desastre, a tal grado que McNabb recibió el gancho en favor del novato Christian Ponder, quedando en duda su titularidad para el domingo. ¡El único desastre para los Packers son los uniformes de la semana pasada! Qué cosa. Aaron Rodgers, líder entre mariscales en eficiencia, yardas y pases de anotación, es el nuevo Superman; suma 17 touchdowns contra tres intercepciones.

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