Inician proceso por muerte de hispana
MANHATTAN – La audiencia sobre los interrogatorios e identificación de Joseph Pabón, 28 años, acusado del asesinato de Eridania Rodríguez, 46, dio inicio ayer en la Corte Criminal de Manhattan.
Pabón operaba el montacargas en un rascacielos de Rector Street donde Rodríguez trabajaba como limpiadora. El 7 julio 2009, Eridania fue asfixiada y su cuerpo ocultado en un conducto de ventilación. Tras reportarse su desaparición, la policía buscó en el edificio ya que ésta aparecía en los videos entrando, pero no saliendo. Con perros rastreadores, la policía logró encontrar su cadáver el día 11.
Mario Gallucci, abogado de Pabón, buscaba con esta audiencia resaltar errores de procedimiento contra su cliente. En la mañana, la fiscal Christine Keeman interrogó al detective John Vallone que entrevistó a Pabón como a los otros empleados. Vallone indicó que no era sospechoso, fue voluntariamente, mostrándose relajado y autorizando que se le hicieran tomas de DNA y fotos de sus tatuajes y heridas.
Vallone explicó lo que Pabón le contó: que el día del crimen se había reportado enfermo, pero fue a trabajar porque su supervisor se lo pidió. Operó el montacargas para una compañía de mudanzas y al menos en una ocasión coincidió con Rodríguez, que depositó una bolsa de basura.
Durante el interrogatorio, las autoridades se percataron que Pabón tenía un rasguño debajo del ojo derecho. Cuando le preguntaron dijo desconocerlo. Le pidieron que se mirase en el espejo y cuando lo hizo explicó que debió hacérselo al lavarse. Preguntado por otro que tenía en el cuello Pabón dijo que debió ser al afeitarse. Las raspaduras en las manos las justificó por la mudanza. Pabón no terminó su turno el día del crimen por sentirse enfermo y marchó a su casa. Cuando llegó comió un filete, huevos y patatas que le preparó su padre, se duchó y se fue a dormir. Al día siguiente fue al hospital, pero su supervisor le llamó para que fuera al trabajo porque la policía quería hablar con él.
Al cierre de esta edición, Gallucci estaba contrainterrogando al testigo. El abogado comenzó destacando que su cliente fue el único que, sin ser sospechoso, fue llevado al cuartel policial para el interrogatorio.
