Los latinos y la muerte

REDACCION/EDLP – Con respecto a la muerte, cada pueblo, cada cultura tiene sus propias costumbres.

En la Biblia se narra cuando el Rey David se enteró de que su hijo estaba moribundo y rompió sus ropas y roció su cabeza con ceniza, pero cuando el niño murió, el rey se limpió, ungió y entró en la casa del Señor a adorarlo.

En el luto, por ejemplo, se externan sentimientos de dolor y pena por el fallecido e incluye el entierro, el novenario, la ropa de luto, entre otros. En algunos países la tradición dicta como obligatorio la cremación. En unas culturas, el negro es el color simbólico del dolor, mientras que en otras lo reemplaza el blanco.

En el velorio se le dan al muerto los últimos responsos para que descanse en paz. Anteriormente se acostumbra a velar a los muertos en sus casas, pero después se pasó a las funerarias donde al fallecido se le daba el último adiós, con sus familiares y amigos reunidos alrededor de su ataúd. Hoy en día, algunos muertos han estado presentes en sus funerales en diferentes formas: como un joven que estuvo de pie durante su velorio gracias a un proceso de embalsamamiento, al igual que otro lo hizo montado en su moto.

Las sepulturas son comunes a casi todas las culturas humanas, con diferencias en cuanto a rito y decoración. Algunos usan flores y lápidas.

Entre los cristianos se acostumbran los novenarios o las nueve noches, en las que se rezan rosarios y réquiems por el fallecido.

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