Mariano Rivera cerca de otra marca histórica

NUEVA YORK/AP – Alex Rodríguez no pudo haber definido mejor el mérito de los 600 rescates de temporada regular, más otros 42 en los playoffs, de Mariano Rivera.

“Piénsenlo bien, cada juego en el que Mariano le ha tocado lanzar ha sido uno significativo. Cada uno de esos rescates ha significado algo”, dijo su compañero y tercera base de los Yankees de Nueva York.

“Dentro de cien años, la gente dirá que presenciamos al mejor cerrador de todos los tiempos … soy un testigo de la historia”, añadió.

Se trata de una historia que el derecho panameño de 41 años sigue escribiendo. Le faltan dos salvamentos adicionales para quedar como el líder de por vida en las mayores, dejando atrás a Trevor Hoffman, lo cual debe alcanzar en lo que poco que queda de la campaña.

Lo curioso de todo ha sido la forma mesurada que ha acompañado la magnitud de semejante hito, como si fuese algo de todos los días.

Y es que así que ha sido el modus operandi de Rivera en el montículo. Armado básicamente con un solo lanzamiento, la recta cortada, su personalidad siempre ha sido de un perfil discreto y una serenidad que raya en lo robótico. Su sitial en el Salón de la Fama está garantizado desde hace buen rato gracias a unas credenciales insuperables, pero de la boca de Rivera nunca se deslizan frases arrogantes o fuera de tono. Cuando los periodistas le recitan sus notables estadísticas, su respuesta se ajusta a una máxima: la virtud de todo corresponde al equipo, que en este caso ha sido el único de su carrera.

Fue lo que precisamente dijo tras conseguir el rescate 600 la noche del martes en Seattle:

“No depende de mí, depende todo el equipo. Esto es algo colectivo”.

“No soy ese tipo de persona. Lo primero es el equipo. Se los he dicho tantas veces y no me cansaré de decírselos. Depende de mi compañeros que me dan la oportunidad de poder lanzar”.

Esta misma temporada, hubo más fanfarria en la antesala del hit 3.000 de Derek Jeter o cuando Jim Thome se convirtió en el octavo bateador con 600 jonrones.

Pero muchos de esos hits de Jeter y jonrones de Thome se dieron en partidos de puro trámite o en palizas.

Como bien dice Rodríguez, los salvados de Rivera implican preservar una victoria, 600 para ser precisos. Quizás no se vuelva a repetir.

Francisco Cordero, el dominicano de Cincinnati, es el cerrador activo que más cerca se encuentra con 323 y tiene 36 años. Después siguen Jason Isringhausen de los Mets (300) y el venezolano Francisco Rodríguez de Milwaukee (291). Rodríguez tiene 29 años y puede acumular muchos más si consigue un equipo que le devuelva el papel de cerrador. Pero Rivera tiene contrato para otro año y, salvo bajones esporádicos, deberá seguir sumando.

“No creo que esto se vuelva a ver”, dijo el manager de los Yankees Joe Girardi, quien estuvo detrás del plato en 73 de los rescates de Rivera.

Pero el número 600 o el 602 son secundarios para Rivera. Los números de rescates que quiere seguir aumentando son los 42 en postemporada, incluyendo 11 en la Serie Mundial.

“No hay nada que se le compare a un campeonato de la Serie Mundial”, afirmó.

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