Pujols: ¿mejor en la historia?

ARLINGTON, Texas/servicios noticiosos – Albert Pujols quería salir de una mala racha en la Serie Mundial.

¿El resultado? Tres inmensos jonrones. Hits en cuatro innings consecutivos. Un récord en total de bases en el juego 3.

Su despliegue de bateo en la noche del sábado 22 de octubre de 2011 en Arlington es tal vez el más impactante visto en las 107 ediciones de la Serie Mundial.

Pero Pujols, luego de su desempeño de tres jonrones y seis carreras impulsadas no pudo sacar la pelota del cuadro el domingo en la noche, en sus primeros tres turnos al bate. Durante la práctica de bateo de este cuarto juego del ‘clásico de otoño’, tuvo una caída estrepitosa tras abanicar en un lanzamiento y se rió por ello, pero como se dieron las cosas, fue como si su encanto hubiese desaparecido. Al menos por una noche.

Ahora los Cardenales tienen garantizado que la Serie Mundial volverá a San Luis, el miércoles para el sexto encuentro; y el séptimo, el jueves si fuera necesario.

El tercer juego de este Clásico de Otoño fácilmente debe quedar como el epílogo de cualquier documental que se haga sobre la carrera del dominicano, de por sí prodigiosa con creces.

Para su manager Tony La Russa, los números ponen a José Alberto Pujols por encima de los míticos momentos de Babe Ruth, Reggie Jackson y Don Larsen, tres leyendas de los Yankees de Nueva York que a menudo son señalados como los referentes de hitos en Serie Mundial.

“Es el más reciente ejemplo de lo grandioso que es”, dijo La Russa sobre el pelotero al que ha dirigido desde que debutó en las mayores en 2001 con 21 años. “Yo diría que fue la noche más grandiosa en la historia de la Serie Mundial”.

Previo a Pujols, Ruth (dos veces en 1926 y 1928) y Jackson (1977) eran los únicos con juegos de tres jonrones en el clásico. Larsen (1956) es el único que ha lanzado un juego perfecto.

Con tres jonrones, seis remolcadas y cinco hits, Pujols igualó récords para un juego individual, catapultando a los Cardenales a una victoria 16-7 sobre los Rangers de Texas.

Además, al dar de hit en el cuarto, quinto, sexto y séptimo innings, Pujols se convirtió en el primer jugador en la historia de la serie que conectó imparable en cuatro entradas consecutivas.

El apartado de cinco hits, tres jonrones, seis impulsadas y cuatro anotadas es algo que nunca se había conseguido en una serie de postemporada.

“Una noche especial que nunca se me va a olvidar”, dijo Pujols.

Y pensar que quería ceder su último turno -en el que conectó el tercer jonrón en el noveno inning- a su compañero Gerald Laird.

¿El mejor juego de su vida?

“Quizás. Si pasa en la temporada regular, lo coges igual. Hacerlo en una Serie Mundial, para esto se juega, para esto se sueña”, respondió Pujols. “Claro que este es uno de mis mejores días, pero lo mejor fue cuando ganamos la Serie Mundial (en 2006) y pude tocar el trofeo”.

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