Redistribución electoral, oportunidad para dar poder a latinos
Cada 10 años, las líneas de los distritos electorales en los EE.UU. se vuelven a dibujar, para asegurar que representan la realidad demográfica de las comunidades. Los límites de los distritos tienen el poder de influir si un barrio o comunidad será capaz de elegir al representante preferido.
Para las comunidades que se dividen entre varios distritos como se hecho con barrios latinos en mapas actuales y anteriores hay más dificultades para reunir la fuerza del voto para hacer una diferencia en las urnas. Con demasiada frecuencia, estas comunidades terminan infelices, sintiendo que sus funcionarios electos no entienden o no respondan a sus preocupaciones y no son realmente responsables ante ellos. Con la reciente explosión de la población latina en el estado de Nueva York, la redistribución de distritos influirá de forma significativa si las comunidades y barrios donde viven los latinos podrán elegir los representantes que ellos creen servirán mejor a los intereses de la comunidad.
En el crisol de los Estados Unidos, los latinos se han establecido como el mayor grupo minoritario en el estado de Nueva York, con un total de 16% de la población que puede votar, un aumento del 24% desde el último censo. Además de un pequeño pero significativo aumento en la región de Albany, las comunidades latinas de Nueva York, Westchester, y Long Island continúan creciendo y expandiéndose rápidamente. Estos cambios demográficos requieren una reevaluación de nuestra democracia.
El número de latinos en Long Island ha crecido significativamente en los últimos 10 años, ahora componen más del 14% de la población total en edad para votar. Sin embargo, no hay ni un solo senador estatal hispano en la delegación de Long Island. ¿Por qué? Las líneas electorales han sido manipuladas para dividir a las comunidades latinas como Brentwood en Islip, en el condado de Suffolk, para que nunca puedan amasar una mayoría en las urnas. Los blancos ya no constituyen la mayoría de la población que puede votar en el área de Babylon-Islip de Suffolk, en declive de 58.3% a 47.4% de la población. Más de la mitad de los votantes hispanos y negros en el condado están agregados en esta compacta área, pero estas comunidades son divididas entre tres distritos del senado estatal. Si la comunidad fuera consolidada, un distrito de mayoría-minoría podría ser dibujado para fomentar un candidato latino competitivo.
Del mismo modo, los barrios de Woodhaven y Cypress Hills en Queens y Brooklyn dividen una gran población latina en cuatro distritos, y ninguno de los cuales son representados por latinos. Tomando en cuenta el crecimiento del 24% de la población latina desde el año 2000, la representación latina en el gobierno estatal y federal no refleja la realidad demográfica del estado de Nueva York.
En teoría, la redistribución de distritos intenta reflejar los cambios demográficos que ocurren en una década y proporcionar representación adecuada. En práctica, el proceso es impulsado por el interés propio en vez de los intereses de la persona promedio. El Grupo de Trabajo Legislativo de la Investigación y Redistribución (LATFOR) se reúne ahora para evaluar los datos del último censo y solicitar comentarios del público. LATFOR debe tener en cuenta la realidad innegable del crecimiento latino y ajustar las líneas electorales para mantener estas comunidades enteras. Cualquier cosa menos que socava nuestra democracia.