‘Se ha hecho justicia’

Esa fue la respuesta de Jermaine, uno de los hermanos de Michael Jackson, mientras sus fanáticos celebraban la culpabilidad del doctor Murray fuera del tribunal angelino

Los fanáticos de Michael Jackson estallaron de júbilo afuera de la Corte Superior del condado de Los Ángeles apenas al enterarse que un jurado había declarado culpable al doctor Conrad Murray de homicidio involuntario, por suministrar los potentes sedantes que, a mediados de 2009, cobraron la vida de uno de los más grandes artistas de todos los tiempos.

A la espera de la sentencia contra el médico, que podría ascender hasta un máximo de cuatro años de cárcel (reducida posiblemente a un arresto domiciliario por no tratarse de un crimen violento y por el hacinamiento en las prisiones de California) y la revocación de su licencia profesional, los seguidores del “rey del pop” celebraron la noticia coreando sus canciones e imitando sus singulares pasos de baile.

Unos se abrazaron con el rostro lleno de lágrimas, recordando el trágico desenlace del máximo exponente de la música pop. “Ha sido mucho tiempo de espera”, expresó Sandy Scott, quien no paraba de llorar.

Tras leerse el veredicto en la sala del tribunal, Murray fue esposado por agentes del Sheriff y quedó bajo custodia de las autoridades hasta el 29 de noviembre, fecha en que el juez Michael Pastor dará a conocer la sentencia.

En la corte estuvieron presentes la madre de Michael Jackson, Katherine; su padre, Joe; y sus hermanos Jermaine, Rebbie, Randy y La Toya. Entraron con la mirada triste, pero salieron satisfachos por la decisión del jurado. “Gracias Estados Unidos, gracias al equipo de acusación Michael estaba en la corte y es por eso que se alcanzó la victoria”, comentó La Toya; mientras su hermano Jermaine dijo: “Se ha hecho justicia”.

El grito de “¡culpable! ¡culpable!”, fue la reacción inmediata de los seguidores, que desde temprano se congregaron afuera de la Corte Superior de Los Ángeles, al anuncio que esperaron durante 23 días, tiempo en que se escucharon los testimonios de los empleados del cantante, anestesiólogos y hasta los de las parejas sentimentales del acusado; incluso se mostraron fotografías del cadáver del cantante.

“¡Justicia!”, “¡Michael por siempre!” y “¡Descansa en paz!”, gritaron conforme fueron asimilando el veredicto que ayer por la tarde emitieron los doce miembros del jurado, luego de una deliberación de casi diez horas. Estos desestimaron el argumento de la defensa de que Murray no tenía “control de la situación” y que por ello administró en 80 días cuatro galones de propofol, una potente anestesia que solo puede ser usada en hospitales, a la estrella del pop.

“Todo mundo esperaba eso. Me siento en paz y ahora me puedo ir a casa. Se hizo justicia”, manifestó Juan Carlos Hernández, un residente de Los Ángeles que dijo haber permanecido afuera de la corte a lo largo de las seis semanas que duró el juicio, uno de los más seguidos de los últimos años.

Para sus fans, apenas desde ayer descansan en paz los restos de Jackson. “Fue un hermoso ser humano que le dio mucho al mundo. Nunca debió morir como lo hizo”, expresó Divina Lisa, una escritora que se tatuó en el antebrazo las iniciales del fallecido cantante. “Fue el mejor artista de todos los tiempos”, subrayó.

También Murray recibió un fuerte respaldo del público a lo largo del juicio. “Estoy muy triste por él. Por querer ayudar a Michael Jackson ahora él y su familia van a sufrir las consecuencias”, señaló Cristina Alonso, una residente de Westlake que portaba carteles a favor del médico.

Con el veredicto de ayer está por concluir el último capítulo de una vida plagada de escándalos, aunque todavía prevalece la hipótesis lanzada por su hermana, La Toya, de que el máximo astro del pop fue asesinado para inflar los bolsillos de algunos.

Jackson falleció en una mansión de Bel-Air el 25 de junio de 2009, cuando estaba a punto de reanudar su carrera. Su gira de conciertos “This is it” se había planeado como su renacimiento artístico, pero, sobre todo, económico. Su trágico desenlace se encargó de ello.

Ayer, sus seguidores recalcaron a los reporteros de todo el mundo que durante seis semanas cubrieron el juicio, acampando incluso frente al tribunal, que la polémica vida de Jackson no daba para más. “Esto es todo”, expresaron con la voz ronca cuando se cansaron de gritar “culpable” al doctor Murray.

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