La razón por la que apoyo Occupy Wall St.

Por mucho tiempo parecía que yo iba a alcanzar el sueño americano. Era una inmigrante convertida en ciudadana, una madre de dos hermosas hijas. Tenía un trabajo estable y compré una casa. Con todo esto, en los últimos tres años he visto a mi familia llegar al límite debido a la crisis económica, y el sueño americano es ahora un chiste del que me río para mí misma. Hay millones de historias como la mía, historias que por mucho tiempo han sido ignoradas, mientras que los más adinerados en este país continúan controlando el sistema político y económico y nos dejan al resto de nosotros atrás.

La desigualdad nos duele a todos. Este jueves, sin embargo, le ponemos un freno, y ningún número de policías despejando la zona o las redadas nocturnas pueden detenerlo. Este jueves marcho con el 99% para crear una economía que funcione para todos nosotros.

Nunca nadie tuvo que enseñarme el valor del trabajo duro. En Colombia, y después en Staten Island, donde he vivido los ultimo 20 años, siempre he trabajado duro. A pesar de mis esfuerzos, hace tres años perdí mi trabajo como conductora de un carro para personas discapacitadas Access-a-Ride , y desde entonces he estado con y sin trabajo por periodos.

Al principio me sentía mal, me sentía como una fracasada y me preguntaba cómo me verían mis hijas. No obstante con el tiempo me he dado cuenta de que las personas que pierden su trabajo no deben estar enojados consigo mismos, si no, con una economía que se construyó en la especulación y que en definitiva está condenada al fracaso. Y en lugar de ayudar a gente como yo, el gobierno apoyó los bancos y a otras instituciones que crearon esta situación. Yo marcho por la reinversión en el 99%.

Esta crisis económica ha dejado al descubierto el daño que puede causar la desigualdad. Los Estados Unidos tiene niveles de desigualdad en los ingresos que se comparan con lugares como India, China y Ruanda. La desigualdad de ingresos quiere decir que el 99% de nosotros tiene limitadas oportunidades de alcanzar sus sueños. Quiere decir que unos cuantos tienen posiciones de poder y gobiernan para favorecer los intereses de unos cuantos. Quiere decir que el sueño americano es un chiste para las vasta mayoría del país.

En efecto, cuando el 15% de la población del país vive bajo la línea de pobreza en una de las economías más grandes, está claro que el problema no es una falta de recursos; el problema es una falta de poder. La desigualdad económica engendra desigualdad política. Voy a marchar el jueves para detenerlo.

En Nueva York hay muchos pasos que podríamos tomar para tratar estos problemas, debemos extender los impuestos de los millonarios, debemos, restaurar los presupuestos que se cortaron, debemos crear más oportunidades económicas para la juventud, debemos subir el salario mínimo. Pero fundamentalmente, necesitamos un gobierno que le responda a todos: inmigrantes en Port Richmond, Staten Island, madres en Newburgh que tienen bajos ingresos, familias que enfrentan ejecuciones inmobiliarias en el este de Queens. Somos el 99% y nos verán el jueves.

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