Harrison brilla diez años después de su muerte

Madrid/EFE – Diez años después de la muerte de George Harrison, que se cumplen el mañana, la reedición de su música y la mirada de uno de sus fans más ilustres, el cineasta Martin Scorsese, han liberado al Beatle más enigmático de la alargada sombra de Lennon y McCartney.

Harrison falleció de cáncer a los 58 años el 29 de noviembre de 2001 en un hospital de Los Angeles. Su larga enfermedad le permitió cumplir su objetivo de preparar a conciencia “el momento en el que debía abandonar su cuerpo”, relata su viuda, la mexicana Olivia Trinidad Arias, en el documental recientemente estrenado por Scorsese, “Living in the Material World”.

Vayamos a 1965. Los Beatles ruedan con Richard Lester su segundo largometraje, “Help¡”. La disparatada trama incluye una escena en un restaurante indio, donde grupo de músicos ameniza la comida con sonidos tradicionales.

Cuenta Harrison que cuando terminaron a rodar la escena se puso a jugar con los instrumentos que habían dejado los músicos indios y que se sintió atraído por su sonido. No se lo pensó dos veces y se compró un sitar.

Harrison encontró en la música india un camino de afirmación artística, para hacerse un hueco entre los colosos Lennon y McCartney, y de búsqueda espiritual, en un momento en el que empezaba a sufrir los efectos de la asfixiante fama del grupo.

Las aportaciones del “pequeño George”, el “hermano menor” del grupo, ganaron en consistencia en los últimos álbumes de los Beatles.

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