Jerusalén/Notimex – El gobierno de Siria condenó ayer la decisión de la Liga Árabe de imponer sanciones económicas contra su país, mientras miles de sirios salieron a las calles en diversas ciudades para manifestar su apoyo al presidente Bashar Al Assad.
El ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al-Moallem, calificó las sanciones impuestas por la Liga Árabe como una “declaración de guerra económica” desde la perspectiva del derecho internacional, según la agencia siria de noticias SANA.
En rueda de prensa en Damasco, al-Moallem consideró que las sanciones cierran todas las ventanas a los esfuerzos de lograr un acuerdo para poner fin a la crisis y denunció que algunos miembros de la Liga Árabe buscan convertir el asunto de Siria en un asunto internacional. “La Liga Árabe cerró todas las puertas con Siria con las resoluciones adoptadas contra el régimen de Damasco”, declaró el canciller sirio, quien acusó al organismo regional de dar la espalda a Damasco y al plan árabe.
Asimismo, el jefe de la diplomacia siria detalló que su país ha retirado “entre el 95 y 96 por ciento” de sus activos en los países árabes”, como consecuencia de las sanciones aprobadas la víspera por la Liga Árabe.
La Liga Árabe adoptó un paquete de sanciones económicas contra Siria para obligarla a detener la sangrienta represión contra los manifestantes, entre ellas la paralización de las transacciones con el Banco Central de Siria.
Las sanciones prevén congelar las transacciones comerciales con Siria y las cuentas bancarias del gobierno en los países árabes, la suspensión de vuelos entre esos países y Siria y la prohibición para los responsables sirios de viajar hacia los países árabes.
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