Jonrón para musical sobre Roberto Clemente

Reseña

Antonio Bones/especial para EDLP

Nueva York – La Sociedad educativa de las artes (SEA por sus siglas en inglés), continúa presentando el éxitoso musical “DC-7: La historia de Roberto Clemente” en la sala teatral, ubicada en el centro cultural Clemente Soto Vélez del Bajo Manhattan.

La pieza teatral concebida y dirigida por el también boricua Luis Caballero, exalta la unificación familiar de sus connacionales, la disciplina atlética, el choque cultural de los inmigrantes y la titánica lucha del movimiento de los derechos civiles afroamericanos.

Vera la viuda de Clemente, su hermano Matino y Ramiro Martínez (amigo de la familia), departen durante el funeral del pelotero. Temporalmente, arrastran a la audiencia hacia el pasado y es allí en donde transcurre la niñez y adolescencia del atleta. Viajamos hacia las vivencias del deportista por medio de ajadas fotografías y recortes de periódicos que la familia ha logado conservar. Una gigantesca pantalla cinematográfica revela episodios que marcan un hito dentro de la historia deportiva de Puerto Rico.

Modesto Lacén, actor originario de Puerto Rico encarna el personaje de Roberto Clemente con marcada sobriedad. Representa su personaje con elevación histriónica y no recae en el vicio habitual de la imitación. La mesurada dicción y movimientos enérgicos lo catapultan a la sublimidad de los aplausos.

Josean Ortiz como el hermano mayor de Clemente, Matino, nos acerca a la sobreprotección que, a veces, es necesaria para orientar el destino de los seres amados. La presencia escénica del actor es vigorosa y su recia voz mantiene una narración fluída.

Por su parte, la actriz y cantora Lorraine Vélez como, Vera Clemente, ofrece una tesitura sin parámetros. La artista sabe utilizar muy bien su don vocal. ¡Otra carrera anotada!

El productor y director de la obra, Manuel Morán seduce con su capacidad vocal y en las repetidas incursiones que tiene durante la acción obliga a creer en sus interpretaciones de Ramiro Martínez y Don Oscar.

Deseo rescatar las participaciones de María del Mar González, Anthony Cotto y Shawn Beck-Gifford. González impacta con sus rollizas piernas y marcados pasos coreográficos en el campo de béisbol dispuesto en el plano central del escenario. Cotto hace buena utilización de su maestría en Bellas Artes y Actuación de la Universidad Pace, además posee gran dominio de la coreografía. De otro lado, Rodríguez convence a la audiencia en la utilización de lenguajes que aborda durante el desarrollo de la obra. ¡Este equipo anota otra carrera!

La dominicana “puertorriqueñizada”, Xiomara Rodríguez y Fidel Vicioso también añaden elementos meritorios a la actuación, el baile y al canto.

Mención aparte, amerita la banda y a acertada coreografía de Luis Salgado DC-7 es un ejemplo de dignidad y constancia a la búsqueda de un sueño. ¡”DC-7: La historia de Roberto Clemente” metió un jonrón!

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