Gobierno tico reta a los jugadores
San José/EFE – El Gobierno de Costa Rica retó ayer a los futbolistas a que en la próxima jornada del torneo local peguen en su pecho su declaración de impuestos, un día después de que los jugadores se manifestaran en contra de más tributos al deporte.
En los partidos de las semifinales jugados el domingo, los jugadores del Saprissa, Alajuelense, Cartaginés y Herediano, lucieron al ingresar al campo una camiseta blanca con un dibujo de una tarjeta roja y seguidamente la inscripción “a los impuestos al deporte”.
“Así como salieron con esa camiseta esta semana, la otra semana en la final nacional que salgan con una copia de su declaración de impuestos”, declaró ayer al Canal 7 de la televisión local el director general de Tributación, Francisco Villalobos.
El funcionario aseguró que una muestra de futbolistas tomada para hacer un estudio tributario, determinó este año que el 90% de estos jugadores evade el impuesto sobre la renta.
La campaña “Tarjeta roja a los impuestos al deporte” es organizada por la Unión Nacional de Fútbol (Unafut) con el fin de oponerse al tributos incluidos en una reforma fiscal que está en estudio en el Congreso.
La Unafut, que organiza el torneo de la primera división, anunció que su principal oposición es a la creación de un Impuesto de Valor Agregado del 14%, que sustituirá al actual impuesto de ventas del 13% y que gravará “conceptos que antes no se presupuestaban”.
Indicó que los equipos deberán pagar más impuestos por contratos de derechos de imagen de los jugadores, servicios de limpieza, servicios legales externos y que además se incrementarán los precios de las camisetas oficiales e indumentaria de los equipos, las entradas a los estadios y los estacionamientos.
“Este panorama podría llevar a los clubes a realizar grandes recortes presupuestarios en contrataciones de jugadores, mejoras para sus estadios y desarrollo de divisiones menores, porque mucho dinero tendría que ir al pago de nuevos impuestos que antes no se contemplaban”, agregó la Unafut.
La reforma tributaria que impulsa el Gobierno busca recaudar alrededor de un 2% del Producto Interno Bruto con el fin de paliar el déficit fiscal que en 2011 cerrará en cerca de un 5% del PIB.
