Veneran a Virgen de la Nube en la Catedral de San Patricio

La imagen de la Santísima Virgen de la Nube ya instalada en el altar de la Catedral de San Patricio,  en Manhattan. En la foto a la derecha, Rosa Romero junto a su familia poco antes de entrar a la solemne misa.

La imagen de la Santísima Virgen de la Nube ya instalada en el altar de la Catedral de San Patricio, en Manhattan. En la foto a la derecha, Rosa Romero junto a su familia poco antes de entrar a la solemne misa. Crédito: Gloria Medina / EDLP

Nueva York – Los ecuatorianos se tomaron la Catedral de San Patricio durante la gran celebración anual de la Virgen de la Nube.

La imagen fue cargada con solemnidad y reverencia en una procesión dentro de la misma catedral, donde se ovacionó a la que es más conocida entre los ecuatorianos como “La madre del ecuatoriano ausente”.

La procesión salió del ala izquierda de la Catedral y fue guiada por la banda Ecuason y el coro Apokalipsis. La romería prosiguió con un desfile de banderas representando las diferentes ciudades de Ecuador, mientras unos fieles devotos cargaron insignias de las diferentes organizaciones religiosas en otros estados de Nueva York, ofrendas florales y luego siguió la majestuosa imagen de la Virgen de la Nube con el pequeño Niño Jesús en sus brazos.

En medio de aplausos y persignaciones, la imagen de la virgen desfiló por los corredores de la Catedral hasta llegar al altar, para dar inicio a la gran celebración religiosa que fue dirigida por el superior del Convento Franciscano de Azogues, reverendo padre Fausto Suárez.

Entre los feligreses se encontraba Rosa Romero, de la provincia del Cañar, quien participó por primera vez de la misa solemne en la catedral de Nueva York.

“Con una fe muy grande venimos ante la virgencita, a ver cómo se celebra aquí”, dijo Romero antes de entrar a la iglesia. “Allá [en Azogues] se hace primero la romería, que es una procesión, caminamos una distancia larga y después la misa”, agregó la mujer que llegó a Nueva York hace cuatro meses y estaba acompañada de su esposo, hijos y nietos.

Esta celebración es una antesala a la gran festividad del primero de enero, que es cuando se aclama a la virgen con gran fervor en el Santuario Franciscano de la ciudad de Azogues, Ecuador y en diferentes sitios de Nueva York.

“Es una celebración familiar”, dijo Manuel Lema, ecuatoriano de 40 años. “Es una ocasión más para darle gracias por el año que termina y para pedirle prosperidad para el año que comienza”, agregó Lema, quien después de la misa regresó a Queens para participar de una “merienda familiar”.

La peruana Vilma Estévez y su hermana María Basilio visitaron también la Catedral para participar de la homilía. “Le tenemos fe y ya es costumbre venir todos los años porque en la iglesia a la que pertenecemos en Queens, se celebra junto a la misa del Señor de los Milagros”, indicó la devota.

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