Ivo Díaz:Venezolano, inmigrante, padre, empresario…
Nueva York – El joven Ivo Díaz llegó a la ciudad de Nueva York siendo un adolescente, cuando sus padres decidieron salir de Maracaibo, Venezuela. La decisión de un cambio de vida fue tomada por la mala situación económica del país y el miedo a la inseguridad que se vive en el país sudamericano.
Tras superar algunos obstáculos de la vida en la Gran Manzana, Ivo decidió ayudar para que la familia iniciara un restaurante en Queens, donde ha trabajado como mesero durante el día, pero para poder sobrevivir también tuvo que conseguir un empleo de bartender en la noche en una barra/restaurante italiana en Manhattan.
¿Cuánto hace que trabaja como mesero?
Desde hace unos siete años estoy trabajando como mesero y desde hace seis meses en el restaurante de la familia que abrimos en Queens. También he trabajado como bartender.
¿Para usted, cuál es la diferencia entre ser mesero y barman?
Bueno, como bartender se gana más dinero, las propinas son mejores. También es diferente la clase de gente que uno atiende, pero en los dos lados, lo primordial es ofrecer un buen servicio al cliente. Como mesero me quedan entre $150 y 250; y como 250 o $350 como barman.
¿Quiénes te dejan mejor propina, los hombres o mujeres?
Es lo mismo, bueno he escuchado que las mujeres no dan buena propina, pero no he tenido ese problema. Por el contrario, me ha ido mejor con ellas.
¿Cómo se describiría?
Me considero un atleta, juego cualquier deporte, pero me apasiona mucho el béisbol. Lamentablemente este país lo consume a uno y no hay tiempo para hacer todo lo que uno quisiera.
¿Recuerdas alguna experiencia fuera de lo común en su trabajo?
A uno como mesero o bartender le pasan muchas cosas locas. Una vez llegó Jennifer Aniston y empezó a hablarme como si fuéramos amigos de años. Otra vez llegó otra actriz y me dio $600 de propina que porque le gustó como la atendí, y eso me sorprendió mucho.
¿Qué obstáculos ha logrado superar?
Bueno tuve que dejar la escuela secundaria porque mi novia quedó embarazada y empezar a trabajar como mesero. Después, fui detenido por inmigración durante 35 días por no asistir a una cita en la corte. Todo por ser indocumentado y todavía tengo una orden de deportación.
¿Entonces no terminó sus estudios?
Si, regresé y termine la secundaria y después entre a Queens College, pero no he podido terminar mi carrera.
¿En qué te cambió el haber estado detenido?
Toda mi vida. Aunque fui criado en una familia cristiana evangélica, nunca lo practiqué. Pero en la cárcel recibí el llamado de Jesús, cuando salí de la prisión en Nueva Jersey, fui derechito a la iglesia y después me bauticé. Ahora lo tengo presente en mi corazón, porque hay problemas que matan o te hacen más fuerte. A mí me han hecho más fuerte.
Ahora ¿cuáles son sus metas?
Abrir otro restaurante. Tal vez pueda a abrir una cadena de restaurantes venezolanos, ya que no hay muchos. en Nueva York.