Hispanos castigan con su voto a los republicanos

Si no cambian postura sobre inmigración será difícil obtener favor de los latinos

Newt Gingrich y Michele Bachmann, es uno de los candidatos por el partido republicano que a lo largo de la campaña no se ha  se han identificado con los grupos evangélicos hispanos en el país.

Newt Gingrich y Michele Bachmann, es uno de los candidatos por el partido republicano que a lo largo de la campaña no se ha se han identificado con los grupos evangélicos hispanos en el país. Crédito: FOTOS AP

Los Angeles – Samuel Rodríguez, presidente de la Conferencia de Liderazgo Hispano Cristiano Nacional (NHCLC), la organización de evangélicos hispanos más grande de la nación con afiliación de 16 millones de evangélicos cristianos, lleva años viajando por todo el país y hablando directamente a líderes políticos y a cualquiera que le escuche por los medios de comunicación

“La postura del Partido Republicano va a seguir perjudicándolos con el voto latino”, dijo Rodríguez. “Hemos estado conversando con algunos de los precandidatos republicanos y recordándoles, con datos muy sencillos, que sin el voto hispano de Florida, Nevada, Colorado, etc., es imposible ganar la elección presidencial”, sostuvo.

Y es que según investigaciones, los temas morales mencionados no son los que modelan el voto de los latinoamericanos en los Estados Unidos, como sí ocurre con otros grupos profundamente religiosos.

Una reciente encuesta de Impremedia/Latino Decisions entre votantes latinos encontró que solo un 23% dice que su religión tiene un “gran efecto” en su decisión a la hora de votar y entre latinos republicano la cifra es de 47%.

Es por eso que el tema migratorio complica la realidad política republicana más de lo que podría imaginarse y de lo que alguna vez anticipara el ídolo partidario y expresidente Ronald Reagan, quien solía decir a sus asesores que los latinos “eran republicanos pero aún no lo sabían”, debido a su filosofía conservadora respecto a la familia y la religión .

Muchos evangélicos latinos votaron por el presidente Obama en 2008, por sus promesas migratorias.

Carroll es uno de ellos y en este momento lo que siente es frustración. “Obama nos prometió mucho y su nivel de deportaciones ha sido histórico”, expresó.

“Me da tristeza y me frustra y nos deja un problema con muy difícil solución”.

Otros líderes evangélicos como el reverendo Luis Cortez, de Esperanza USA, también llevan años repitiendo el mensaje de que el liderazgo político debe encarar el tema migratorio de frente y de manera humanitaria y realista. Cortez encabeza una organización: Cristianos por la Reforma Migratoria Integral (CCIR) que ofreció respaldo al expresidente George W. Bush en sus intentos de reforma.

Pero esta posición es radicalmente opuesta a la que tienen otros grupos cristianos, y en particular, la feligresía de estos grupos, que también suele ser de clase trabajadora (blue collar) y tener quejas económicas contra los “inmigrantes ilegales”. Algunos alegan que en la Biblia, los primeros cristianos “no hubieran dudado en defender sus tierras ancestrales”.

Grupos como Cristianos por la Reforma Migratoria y Cristianos contra la Inmigración Ilegal tienen en común la fe cristiana, pero su interpretación de la Biblia y de cómo se aplican sus enseñanzas a este problema, son completamente opuestas.

Recientemente en Chicago, se dio una reunión nacional de pastores evangélicos, la ‘Cumbre Evangélica de Migración’ en la que pastores y líderes de iglesias hispanas intercambiaron con los de iglesias anglosajonas para buscar puntos en común.

Ricardo Moreno, quien asesora a la ‘Red de Pastores y Líderes Lations’ del Sur de California, es miembro de la Iglesia Presbiteriana de Los Ángeles, una congregación progresista y que asistió a dicha conferencia, indicó que las diferencias continúan, pero que ambos lados están comunicándose. “Todos están de acuerdo que hay que enfocarse mucho en la educación de los miembros de las iglesias y tratar de influir el discurso público alejándose del tema partidista y enfocándolo como un asunto moral y de compasión”, dijo Moreno.

“Pero mientras seguimos poniéndonos de acuerdo, van a seguir las deportaciones y tendremos a 2 o 3 millones de familias separadas. Tenemos que hacer algo al respecto”.

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