Gélido clima pone a temblar a desamparados

Con el termómetro bajo cero, los refugios se llenan y la Ciudad se lanza al rescate

El desamparado Dennis Varick, de 69 años, ata con una correa su andador Zimmer a uno de los postes del vagón del tren D, donde se pasa el día por el frío.

El desamparado Dennis Varick, de 69 años, ata con una correa su andador Zimmer a uno de los postes del vagón del tren D, donde se pasa el día por el frío. Crédito: Jose Acosta / EDLP

NUEVA YORK – Con 21 de sus 69 años de edad viviendo en las calles de Nueva York, Dennis Varick se considera un desamparado veterano. Pero cuando el frío aprieta, hasta el mismo Varick, según confesó, corre a calentarse en un refugio.

“A mí no me gustan los refugios de la ciudad, porque se arman muchas peleas y son peligrosos, pero cuando la temperatura se pone por debajo de los 10 grados, llamo al 311 y dejo que me lleven a uno”, dijo Varick, quien ayer, debido a las bajas temperaturas, durmió en un vagón del tren D y se pasó el día viajando en el subway.

Mientras, el Departamento de Servicios de Desamparados, DHS, declaró el “Code Blue”, una alerta que busca proteger a los desamparados que viven en las calles, los cuales están más en riesgo de morir de hipotermia en días super fríos como el de ayer .

Heather Janik, portavoz del DHS, explicó que con la activación del Código Azul, el DHS duplica el número de furgonetas del Homeless Outreach Team (HOT) y el personal de dicho equipo de trabajo, con el fin de ir a las calles a identificar a desamparados que estén en riesgo, para convencerlos de que vayan voluntariamente a los refugios, donde les dan cama y comida caliente.

“El personal de los HOT está entrenado específicamente para evaluar la salud de los desamparados que encuentran en las calles y detectar los posibles síntomas de padecimientos provocados por el clima, como la hipotermia”, dijo Janik.

“Además, durante el Código Azul los clientes pueden tener acceso a cualquier instalación del DHS, incluyendo refugios y Safe Havens, sin dar los pasos habituales de entrar a un centro de recepción”, explicó el portavoz del DHS.

DHS dijo que ofrece otras opciones a la gente que quizás tiene temor de ir a refugios, como los Safe Havens que proveen camas a personas que son desamparados crónicos de la calle. “También tenemos centros de ingresos y camas estabilizadas, que la gente puede acceder cuando los necesite”, agregó.

Uno de los centros de recepción de desamparados que tienen servicios de HOT en El Bronx, es el operado por BronxWorks en el barrio de Hunts Point, el cual cada día acoge a unos 80 indigentes de la calle -de los cuales el 50% es de origen hispano-, donde aparte de un lugar con calefacción, les ofrecen servicios de medicina, psiquiatría, comida, e ingresan sus datos en el sistema hasta que les consigan un lugar dónde vivir. En la noche unos 35 desamparados son llevados a refugios con camas, y el resto duerme en el centro en sillas.

El Centro reveló que en los días de frío intenso, el número de desamparados de las calles aumenta de un 30% a un 50%.

El “Code Blue” puede ser declarado por el DHS en el Nivel 1, cuando la temperatura baja a 32 grados Fahrenheit, o Nivel 2, cuando baja a 20 grados con ráfagas fuertes de viento. La ciudad vio temperaturas de 10 grados la mañana de ayer, y al mediodía se registraron temperaturas por los 20 grados.

Patrick Markee, de la Coalition for the Homeless, dijo que en los días de frío intenso equipos de la organización van a las calles y además de transportar a los refugios a los desamparados con un equipo HOT contratado por el DHS, les ofrecen comida, abrigos, guantes y gorros para protegerse del frío.

“La ciudad debería hacer un mejor trabajo en poner a la disposición refugios confortables y seguros para desamparados, especialmente para atender las necesidades de aquellos que padecen de enfermedades mentales”, dijo Markee.

Los resultados del Homeless Outreach Population Estimate, HOPE, de 2011, mostraron que en la ciudad de Nueva York hay 2,648 desamparados de las calles (463 menos que en 2010), 1,373 que duermen en la superficie (aceras, parques, etc.), y 1,275 en los subways.

Actualmente hay 39,787 personas viviendo en refugios de la ciudad, entre ellas 8,530 familias con niños.

Investigaciones revelan que la mayoría de estos desamparados padecen de serios problemas mentales, así como de adicción a drogas o alcohol o tienen alguna minusvalía.

El DHS le hace un llamado a la población, para que si ven a alguien que necesita asistencia, llamen al 311, ó al 911 en caso de emergencia.

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