Recrudece la violencia en Irak
Bagdad – La comunidad chií de Irak fue hoy el blanco de una ola de atentados que causó la muerte de al menos 59 personas y amplió la brecha entre la población chií y suní del país, inmerso en una grave crisis política desde el pasado diciembre.
El ataque más sangriento tuvo como objetivo un grupo de peregrinos que se dirigía al santuario chií de Kerbala para celebrar la festividad del “arbaín”, que marca el fin de los 40 días de luto guardados por la muerte del imán Husein, nieto de Mahoma y venerado por el chiismo.
Un total de 36 personas murieron y 72 resultaron heridas al detonar un terrorista suicida el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo cerca de la ciudad de Al Nasiriya, según informaron a Efe fuentes policiales.
El atacante hizo estallar los explosivos junto a una caravana de atención a los peregrinos en la que se dispensaba comida y bebida a los fieles, que estaba ubicada en la zona de Al Batha, al oeste de Al Nasiriya, en la provincia meridional de Zi Qar.
Este atentado se cometió apenas unas horas después de que la explosión consecutiva de dos coches bomba causara la muerte de al menos 15 personas y heridas a otras 31 en el barrio mayoritariamente chií de Kazamiya, en el norte de Bagdad.
Un primer coche bomba estalló en la plaza de Al Oruba, en ese barrio, y poco después un segundo vehículo deflagró en la plaza de Al Zahra.
Las explosiones provocaron también grandes daños materiales en los coches estacionados en los alrededores y en los edificios colindantes.
El incidente de Kazamiya no es el único registrado en la capital iraquí, donde ocho personas murieron y 37 resultaron heridas en otras dos explosiones en el barrio de Ciudad Sadr.