La receta del éxito de Tebow

Tim Tebow, quarterback de los Broncos de Denver, orando.

Tim Tebow, quarterback de los Broncos de Denver, orando. Crédito: AP / Jack Dempsey

DENVER/AP – Cuando otros jugadores estarían golpeándose el pecho con un puño, Tim Tebow se arrodilla para orar. Su manera de ganar pronto se derrumbará, insisten los expertos.

La fórmula del éxito de Tebow no es común en la NFL. Por eso, muchos se preguntan: ¿es un milagro en el fútbol americano o la mezcla perfecta de suerte, oportunidad y buenas jugadas?

Ese debate ferviente es lo que vuelve al quarterback de los Broncos de Denver uno de los temas más candentes estos días en Estados Unidos, una discusión en la que casi nadie es neutral.

En lo único en que muchos están de acuerdo es que la rara mezcla de lanzamientos poco comunes y devoción religiosa en el deporte más popular de Estados Unidos vuelve ineludible al quarterback cristiano de 24 años, quien usa el juego para llevar su mensaje de fe más allá del campo de juego y al mismo tiempo lidera a los Broncos en unos playoffs inesperados.

“Simplemente estoy muy agradecido por la plataforma que me ha dado Dios y la oportunidad de ser quarterback de los Broncos de Denver, que es una gran organización”, dijo Tebow tras su última actuación épica el domingo, cuando lanzó un pase de touchdown de 80 yardas en la primera jugada del tiempo extra para vencer 29-23 a los Steelers de Pittsburgh en la ronda de comodines.

La jugada originó 9.420 tuits por segundo, según Twitter.

Más de un tuitero se dio cuenta que Tebow lanzó 316 yardas en el partido y logró un récord de los playoffs de la NFL con un promedio de 31.6 yardas. Las cifras coinciden con la del pasaje bíblico de Juan 3:16, uno de los más citados por los cristianos y que se convirtió en la búsqueda más popular de Google la noche del domingo al lunes. Tebow solía pintarse esa cifra sobre la tintura negra bajo los ojos cuando jugaba en la Universidad de Florida.

No es que hacer referencia a la Biblia o dar gracias a Dios es algo nuevo en el deporte. Por años, después de partidos de la NFL, un grupo de jugadores se reúne cerca del mediocampo, se arrodillan, se toman de manos y rezan.

“Lo que ocurre con Tebow es que él se muestra genuinamente más religioso que la mayoría de los deportistas, que son fervorosos para ganar partidos”, manifestó Clifford Putney, autor del libro ‘Muscular Christianity: Manhood and Sports in Protestant America, 1880-1920’ (El Cristianismo muscular: virilidad y deportes en la América protestante, 1880-1920).

Esto podría ayudar a explicar por qué los gestos de Tebow no se pasan por alto, sino que forma parte de una sensación cada vez mayor, que comenzó cuando ganó el Trofeo Heisman y dos títulos nacionales con Florida, aunque su vida estaba impregnada de religión mucho antes, pues nació en las Filipinas donde sus padres eran misioneros.

Ahora, él ha introducido a la cultura de masas el arte de ‘Tebowing’ -orar hincado en una rodilla, con el codo apoyado en la otra y el puño en la frente-, mientras erupta el caos a su alrededor.

Tebow y sus cinco remontadas en el último cuarto y cuatro victorias en tiempo extra -cada una más improbable que la pasada- y su firme, genuina y hasta su modesta insistencia en mezclar a Dios en la conversación ha forzado a una pregunta incómoda entre quienes sólo quieren analizar lo que ocurre en el campo de juego.

¿Se preocupa realmente Dios por el fútbol americano?

“Ni un ápice. Pero, ¿se preocupa Dios de las personas que juegan fútbol? Lo puedes apostar”, manifestó Joe Price, un profesor en el departamento de estudios religiosos en el Whittier College.

En una temporada deportiva llena de historias desagradables -guerras laborales en la NFL y la NBA, escándalos de abuso sexual infantil en las universidades Penn State y Syracuse, y un MVP del béisbol acusado de usar esteroides- Tebow es visto por muchos como una estrella del deporte que realmente podría ser un modelo a seguir.

Pero el dilema de Tebow todavía existe, en gran parte porque aparentemente no hay manera de analizar lo que hace en el campo de fútbol sin que la religión se filtre en al menos una parte de ese análisis.

Opine sobre su movimiento poco ortodoxo de lanzar -ampliamente ridiculizado por cazatalentos y entrenadores, y aparentemente más adecuado para lanzar un bumerán que un ovoide- y la rápida suposición es que está en contra del deportista por sus creencias religiosas.

Si se le defiende como un ganador que se preocupa menos por la convencionalidad y depende más en su determinación que en la mecánica, entonces eres catalogado como un seguidor de Tebow porque estás de acuerdo con sus creencias cristianas.

“Es el jugador más difícil de analizar que he visto en mi vida, porque hay muchos factores externos que hay que contemplar”, dijo Sandy Clough, conductor de radio deportiva en Denver .

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