Presidente iraní se da un baño de multitudes

El presidente Rafael Correa, izquierda junto a su homólogo iraní  Mahmoud Ahmadinejad saludan desde el balcón de la casa de Gobnierno, en Quito.

El presidente Rafael Correa, izquierda junto a su homólogo iraní Mahmoud Ahmadinejad saludan desde el balcón de la casa de Gobnierno, en Quito. Crédito: Dolores Ochoa / EFE

Quito/EFE – El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, dijo creer que su visita a Ecuador estrechará las relaciones entre ambos países, tras ser recibido por una multitud con pancartas con mensajes como “muerte al imperialismo, viva la revolución iraní”.

Ahmadineyad llegó ayer al país andino, la última parada de su gira latinoamericana tras pasar por Venezuela, Nicaragua y Cuba.

“Estoy seguro y convencido de que este encuentro y esta visita servirá a Irán para profundizar y estrechar las relaciones de amistad y hermandad” con Ecuador, dijo el mandatario iraní a través de un traductor en un saludo al inicio de un almuerzo con su par ecuatoriano, Rafael Correa, en el Palacio Presidencial.

Había arribado a Ecuador vía Guayaquil, procedente de Cuba, y de allí se trasladó a la base de la Fuerza Aérea en Quito, donde le esperaron durante horas varias decenas de personas bajo el inclemente sol ecuatorial.

Pese a las grandes medidas de seguridad, Ahmadineyad salió en un vehículo con el techo abierto, desde el cuál, de pie y con la cabeza fuera, saludó a sus simpatizantes, que ondeaban banderas de Ecuador e Irán.

Llegó a apearse del vehículo para saludarles en persona, rodeado de guardaespaldas, mientras sobrevolaba un helicóptero militar.

Alejandro Tuala, integrante de una organización barrial de Guayaquil que lo esperaba en Quito, dijo a Efe que apoyaba al Gobierno iraní “porque también es revolucionario” y porque “otros Gobiernos, como Estados Unidos, siempre han querido aplastarlo”.

Un recibimiento similar tuvo Ahmadineyad en la Plaza Grande, el corazón del centro colonial de Quito, donde está ubicado el Palacio Presidencial.

La visita a Ecuador, ocurre en un momento en que Estados Unidos y Europa han aumentado sus críticas a Irán por su programa nuclear, que temen que tenga fines militares, mientras que Teherán mantiene que es estrictamente pacífico.

La disputa no incomodó a la multitud congregada para recibirlo, que gritaba “Irán sí, yankis no”, y portaban retratos de Ahmadineyad, de otros líderes islámicos y del presidente Correa.

José Falcone, miembro del oficialista Movimiento Alianza País, dijo haber acudido a la concentración para apoyar a Correa y al Gobierno de Irán “para que haga un convenio para que traiga fábricas acá al Ecuador, que no tenemos trabajo”.

Unas dos horas después de lo previsto por retrasos en el itinerario, Correa recibió a su colega iraní en la galería de columnas exterior del Palacio de Carondelet, desde donde ambos saludaron a la multitud.

El presidente de Irán, quien permanecerá hasta hoy en Ecuador, abordará con Correa las relaciones bilaterales y la disputa en torno al programa nuclear de su país, según ha adelantado el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño. Posteriormente se desplazará a la Asamblea Nacional para sostener un encuentro con su titular, Fernando Cordero.

Empresarios locales han criticado la visita por temor a que el viaje perjudique el comercio de Ecuador con Estados Unidos o la Unión Europea.

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