¿Por qué nos preocupamos?

Cuando mi madre inmigró a este país de Nicaragua, su primer trabajo fue cuidando a personas enfermas hasta sus hogares. Esto era antes que yo naciera, después mamá me explicaría lo importante y difícil que era su trabajo.

Estos profesionales se preocupan por nuestro recurso más sagrado: los seres que amamos. Ellos proporcionan servicios para mayores, niños y minusválidos, y ellos contribuyen a nuestra economía y nuestras familias. Nueve de 10 personas que trabajan cuidando la salud de otros hasta el hogar, son mujeres. Más de 200,000 son latinos y muchos viven debajo del nivel de pobreza. Estos trabajadores dependen de las estampillas de comida del gobierno y de la asistencia médica gratuita, para sobrevivir. Algo está mal.

En diciembre pasado, el Presidente Obama y yo propusimos una nueva regla para que estos trabajadores sean tratados como profesionales y no como niñeras.

De acuerdo con las regulaciones actuales de la ley federal, los trabajadores que cuidan de la salud de otros a domicilio, se les puede pagar menos de lo que requiere el salario mínimo federal (que es $7.25 por hora), y se les puede negar el pago por horas extras de trabajo.

La regla que proponemos cambiaría esto. Garantizaría que el personal sanitario gane por lo menos $7.25 por hora y requeriría que se les pague las horas que pasen de las 40 horas por semana. Sabemos que las personas están viviendo más tiempo por los nuevos avances médicos y a resultado, la industria del cuidado a hogar está creciendo. Pero hay una escasez de gente calificada para hacer este tipo de trabajo.

Debemos atraer a más profesionales a esta industria para que sigamos teniendo personal que cuide de nuestros padres y abuelos. La asistencia de estos trabajadores permite que nuestros seres queridos y ya mayores de edad sigan viviendo independientemente en su propia casa.

Durante los últimos 25 años, esta rama de trabajo ha sido más difícil. Dichos trabajadores proveen asistencia médica a gente con diversas discapacidades. Ellos ayudan a la gente con enfermedades crónicas y terminales. Esto incluye la alimentación por medio de tubos, sanar heridas, y ayudar con la fisioterapia. Esto realmente es trabajo que sólo se puede hacer con mucho corazón, pero es también arduo y cansado.

Para nuestros seres ya mayores de edad, el personal que cuida de su salud es usualmente a quien ven por primera vez en la mañana y a quien ven por última vez en la noche. Estos profesionales se preocupan por nuestras familias, pero ellos también tienen sus propias familias.

Es tiempo que se les pague lo que merecen.

Es por eso que la administración del Presidente Obama se preocupa y se enorgullece en proponer nuevas reglas para estos trabajadores, para que ellos también puedan cuidar de sus familias.

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