California saca ‘F’ en el control del tabaquismo

Su mala nota es por la falta de financiamiento a programas de prevención y tratamiento

En junio los votantes californianos decidirán si se aumenta a un dólar el impuesto por cajetilla de cigarros.

En junio los votantes californianos decidirán si se aumenta a un dólar el impuesto por cajetilla de cigarros. Crédito: J. Emilio Flores / La Opinión

Antes líder en políticas de control de tabaco, los esfuerzos de California en este rubro han sido opacados por dos bocanadas: recibió una calificación de “F” por fallar en el financiamiento de programas de control y prevención del consumo del cigarrillo, y una “D” por su bajo impuesto a dicho producto.

Los Ángeles, por su parte, también recibió una de las peores notas entre las metrópolis más importantes de California. Apenas si aprobó con una “C” el examen general de políticas ambientales libres de humo, ayudada por la “A” que obtuvo en la reducción de la oferta de productos del tabaco.

Según el “Estado del Control del Tabaco 2012”, el reporte anual de la Asociación Americana del Pulmón que califica las políticas del gobierno federal, los 50 estados y el Distrito de Columbia, California se ubica en la posición 33 por su impuesto de 87 centavos por cajetilla, menor del promedio nacional de 1.46 dólares.

Si bien el Estado Dorado obtuvo una “A” por sus políticas ambientales libres de humo, recibió una “F” por la falta de cobertura adecuada para servicios de tratamiento de fumadores.

El retroceso visto el año pasado en California podría radicar en la fuerte inversión en cabildeo y contribuciones de campaña que hizo la industria del tabaco en Sacramento. Sólo durante los primeros seis meses del ciclo electoral 2011-2012 gastó 3.1 millones de dólares en ambas actividades, más del doble de lo que desembolsó en el período anterior.

“Ahora es tiempo de mejorar la calificación de California”, dijo Jane Warner, presidenta de la Asociación Americana del Pulmón en California, refiriéndose a la necesidad de que los votantes aprueben una iniciativa electoral que aumentaría a un dólar el impuesto estatal al tabaco por cajetilla, destinando más recursos al tratamiento, prevención y cura de enfermedades relacionadas a dicha adicción.

La medida de ley, que estará en la boleta electoral el próximo mes de junio, también triplicaría el financiamiento estatal para iniciativas de prevención y cese de su consumo.

La medida, recalcó Warner, “es una oportunidad histórica para los votantes de este estado, para proporcionar más de 855 millones de dólares anuales para financiar la investigación del cáncer y otras enfermedades relacionadas con el tabaco, así como iniciativas para la prevención, educación y de orden público en contra del tabaco”.

El propósito, subrayó, es prevenir que 228,700 niños en California se conviertan en fumadores adictos.

La Sociedad Americana del Cáncer, la Asociación Americana del Corazón y funcionarios de distintas ciudades y condados respaldan dicha iniciativa electoral.

“Es lo más importante que podemos hacer para mejorar la calificación de California y proteger a nuestros hijos de los impactos devastadores del tabaco”, expresó Ken Yeager, supervisor del condado de Santa Clara.

Pero la compañía de tabaco más grande del país, Phillip Morris USA, no está dispuesta a ceder. Aunado a los 700,000 dólares que gastó en actividades de cabildeo en el ciclo electoral 2011-2012, el corporativo incrementó sus contribuciones de campañas. Sólo 55 legisladores recibieron más de 280,000 dólares.

Phillip Morris afirma que el gravamen a los productos de tabaco ya es muy altos y advierte que un incremento adicional provocaría la disminución de ingresos estatales, ya que los consumidores suelen viajar a jurisdicciones colindantes con impuestos más bajos para adquirirlos.

“Entre julio de 1999 y julio de 2009, los gobiernos federal y estatal aumentaron los impuestos sobre consumos específicos de cigarrillos 101 veces, resultando en un aumento de 142% en el precio promedio de una cajetilla de cigarillos”, reclama la empresa.

En el ámbito local, expone el reporte de la Asociación Americana del Pulmón, algunas comunidades avanzaron. El año pasado, 45 ciudades y condados adoptaron nuevas políticas contra el tabaquismo; no obstante, 355 jurisdicciones (66% del total) recibieron una “F” como su calificación general.

Las municipalidades de Compton, Baldwin Park y Pasadena aumentaron su calificación general a una “A”, uniéndose a otras nueve ciudades y condados del Estado Dorado con la nota más alta.

Otras localidades del Sur de California donde se observaron mejoras fueron Carson, Costa Mesa, Covina, Downey, El Monte, Hawaiian Gardens, Hermosa Beach, Huntington Beach, Malibu, Manhattan Beach, Murrieta, Palm Spring, Santa Fe Springs, Torrance y West Hollywood.

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