‘No somos peligrosos’

Las personas sin licencia enviaron mensaje a las autoridades

Conductores sin licencia se reunieron  en una iglesia del vecindario Adams-Normandie con autoridades de tránsito.

Conductores sin licencia se reunieron en una iglesia del vecindario Adams-Normandie con autoridades de tránsito. Crédito: Ciro Cesar / La Opinion

Ni peligrosos, ni irresponsables, ni quebrantadores de la ley. Es el mensaje que anoche enviaron los conductores sin licencia reunidos en una iglesia del vecindario Adams-Normandie. En calma, entre oraciones y pasajes bíblicos, trataron de equilibrar el coraje expresado en Northridge hace unos días.

Allá, se rechazó con furia la propuesta de flexibilizar los decomisos de los vehículos manejados por los indocumentados en esta ciudad, incluso se habló en contra de las personas sin estatus migratorio. También en una iglesia, se dijo que ponían en riesgo a la comunidad, que solían violar las normas.

Anoche, en cambio, se trató de mostrar la otra cara de la iniciativa, la de los trabajadores que tienen que pedir prestado o recortar sus gastos para pagar los 1,500 dólares que les cobran cuando sus automóviles permanecen por 30 días en un corralón, cuando no los abandonan ahí.

“No somos peligrosos, tratamos de manejar lo mejor posible porque te puede seguir un policía y por cualquier pretexto quitarte el carro”, dijo Rosy Cruz, residente del oeste de Los Ángeles. “Los conductores que no tenemos licencia tenemos que manejar porque vivimos lejos de nuestros trabajos”.

Varias decenas de personas asistieron anoche a la parroquia de Santa Inés, sobre la avenida Vermont, a escuchar de voz de los agentes del orden los detalles de una nueva ley estatal en los retenes de sobriedad (DUI), donde ahora se permite que alguien sin licencia llame a otra persona con ese documento para que lo maneje y evite la confiscación.

No se mencionó la idea de cambiar el protocolo en las incautaciones en las paradas de tráfico en Los Ángeles, porque aún no se ha redactado la propuesta formal. De hecho, tampoco el Concejo Municipal la tiene en las manos.

Sin embargo, el sargento Artuto Gómez, de la División de Tráfico del Valle de San Fernando del LAPD, les dio un poco de esperanza, al comentar que, según el criterio del agente que detiene a una persona, se puede evitar que un coche sea decomisado por 30 días.

“Si una persona nos comprueba que es el único coche de una familia y que lo usa para transportar a la abuelita o a una hija inválida, no lo vamos a confiscar”, expresó.

No obstante, la visión de la Patrulla de Carreteras de California (CHP) no fue tan alentadora. El agente López manifestó a los presentes que un automovilista puede recuperar su vehículo antes del plazo de 30 días sólo si obtiene una licencia de manejar en ese período. Un sueño guajiro si se considera que el estado niega el documento a los indocumentados.

“Son reglas del estado”, subrayó el agente López, y advirtió en un conductor sin identificación puede ser arrestado para comprobar en la estación de policía que no es buscado por cometer algún delito.

En un intento por reforzar la relación con la comunidad migrante, en la reunión de anoche también se habló de la Orden Especial 40, la política migratoria de la Policía de Los Ángeles (LAPD) que impide detener a una persona solo para verificar su estatus migratorio.

“Este departamento apoya los programas que benefician la seguridad pública”, expresó el jefe de la corporación, Charles Beck, en un video. Carolina García, de OneLA, explicó que la reunión fue organizada para despejar las dudas de la comunidad. “Muchos no entienden las nuevas políticas; queremos que sepan cuáles son las leyes actuales”, manifestó García.

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