En partes de NY, la Navidad termina mañana

En el Día de la Calendaria, muchos comen tamales, atoles y quitan los arbolitos

Nueva York – Si para la mayoría la Navidad del 2011 ya es cosa del libro de historia, para algunos latinos los festejos navideños apenas están por concluir.

Y es que la celebración mañana del Día de la Candelaria marcam, para muchos hispanos, el día que oficialmente se acaba la celebración navideña.

Por eso si mañana ve arbolitos tardíamente echados a la basura, es porque es mañana cuando debe hacerse según la tradición en algunos países hispanos. Y si pasa por un vecindario mexicano quizá pueda sentir el olor de “las tamalizas”, comilonas de tamales y atoles organizadas por quienes encontraron la pequeña figura de un Niño Jesús en el pan de Rosca de Reyes que comieron el 6 de enero.

Y como en Nueva York los latinos son como ciudadanos de un gran país que se extiende del Río Bravo hacia abajo, incluyendo el Caribe, hay quienes terminan adoptando costumbres que en sus países serían foráneas.

Es el caso de la ecuatoriana Yolanda Saquisilí, de 61 años, quien elabora tamales con la receta tradicional de Cholula, Puebla. Doña Yolanda vende tamales desde hace 16 años en la esquina de la calle 82 y la Avenida Roosevelt. Con entusiasmo atrae a sus clientes pregonando “hay de rajas con queso, de mole, de dulce y de salsa verde”.

“Los tamales tienen más sabor el Día de la Candelaria, porque los comparto con mis amigos y familiares. La fiesta no se termina con el fin del año. Los latinos sabemos prolongar la alegría”.

Doña Yolanda expresó que celebrará el día con un champurrado caliente (bebida de leche y chocolate) y una torta de tamal.

El 2 de febrero, las familias acuden a las iglesias de su vecindario con su Niño Dios en brazos.

Las esculturas son vestidas cuidadosamente después de ser ungidas con aceites y perfumes.

Para la mexicana Juanita Jiménez, de 64 años, el festejo tiene un significado especial. La propietaria de la tienda de artesanías Rosa de Guadalupe, en la Avenida Roosevelt, celebrará el día con una tamaliza que compartirá con sus clientes.

“Cada año regalamos tamales poblanos y oaxaqueños como una manera de agradecer al Niño Dios por todas las bendiciones recibidas”.

Doña Juanita explicó que las esculturas de los Niños Dios son importadas desde México.

Los vestidos y accesorios son elaborados a mano por artesanos de ese país. El precio de una escultura va de los $20 a los $200.

La mujer también repara las figuras deterioradas. Apuntó que con un poco de yeso y pintura “las deja como nuevas”.

“Nos es fácil. Hay que tener mucha paciencia y creatividad. Es como pintar un lienzo. Los ojos deben tener vida, como si de verdad te estuvieran viendo. Los pinceles se usan con delicadeza”.

Doña Juanita dijo que los vestidos más solicitados son las de Sagrado Corazón, Papa, futbolista y San Judas Tadeo, que es considerado el santo del trabajo.

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