Miramonte trata de volver a la normalidad

El 67% de la matrícula de la escuela acudió al plantel ayer, cuando se reanudaron las clases después del escándalo

Alumnos sostienen cartel con fotos de los supuestos pederastas.

Alumnos sostienen cartel con fotos de los supuestos pederastas. Crédito: Aurelia Ventura / La Opinión

Con una asistencia mayor al 67 por ciento, equivalente a más de 640 estudiantes, se reanudaron ayer las clases en la escuela primaria Miramonte con personal completamente nuevo de un total de casi 150 empleados, desde maestros, administradores y hasta consejeros para cada uno de los 45 salones de clase del plantel.

Mientras, afuera de la escuela padres y miembros del sindicato de maestros se oponían a la decisión del distrito de reemplazar al antiguo personal con uno nuevo.”No es un ambiente del todo normal por supuesto, pero la asistencia a clases de la mayoría de los alumnos es buena y eso es un buen indicio de que se mejorarán las cosas”, dijo a La Opinión, Gina Adelman , una de las trabajadoras sociales que el LAUSD asignó a Miramonte para trabajar en el estado emocional de los niños.

Con suma vigilancia y especial atención de los maestros, consejeros y hasta de algunos padres, los estudiantes de una clase de primer grado repasaba el alfabeto con su nueva maestra Martha Cedeño. Junto a ella, Adelman observaba cuidadosamente el comportamiento de los pequeños y ambas mantuvieron la atención de estos centrada en la lección del día. “No hemos preguntado ni explicado nada a los niños sobre lo que sucedió, porque son muy pequeños y podrían confundirse más. Con los estudiantes más grandes, pedimos a sus nuevos maestros que se les aclare que no es culpa de ningún alumno, ni de todos los maestros lo que está sucediendo”, señaló Beatriz García, especialista de salud mental del LAUSD.

“Uno de los pequeños escribió una carta de despedida a su maestra está mañana. Decía que se tuvo que ir por culpa de un demonio que había en la escuela”, contó la consejera, y afirmó que este había sido el único comentario que un niño hizo hasta ese momento en relación a lo que sucedido.

En esa clase de primer grado, asistieron 16 de los 18 alumnos inscritos. Durante las primeras horas de instrucción, tres padres, observaron la clase hasta el primer receso. Ni los padres, ni la maestra quisieron compartir su punto de vista sobre el rechazo que algunos padres tenían con su llegada, pero se mostraron optimistas.

“No hemos tenido preguntas o declaraciones específicas por parte de los padres. Solamente quieren asegurarse de que sus hijos estén bien con todo lo que está sucediendo aquí”, aseguró Adelman, quien como los otros 45 consejeros especialistas en psiquiatría clínica, se quedará en el plantel hasta el fin del ciclo escolar. Estos se mantendrán dentro de los salones de clase todos los días de instrucción.

Minutos luego del comienzo de las clases, algunos padres se reunieron en una asamblea con la nueva directora de la escuela, Dolores Palacio, quien según una portavoz del LAUSD, estaba retirada desde el 2004, luego de su último trabajo como directora en la escuela Mar Vista Elementary. Palacios ha trabajado para el distrito desde 1973 y cuenta con 18 años de experiencia como administradora. Ayer sostuvo un total de tres reuniones con los padres.

Entre ayer y hoy, la escuela ofreció información detallada a los padres sobre la transferencia de estudiantes a otras escuelas. “Hasta hoy no hemos tenido mucho interés de los padres en cambiar a sus hijos de escuela. Pero estamos aquí para brindarles toda la información y asesoría que necesiten”, declaró William Chang de la oficina de instrucción del distrito.

Son alrededor de 17 escuelas del distrito y unas 13 escuelas chárter las que están disponibles a 2 millas a la redonda de la escuela Miramonte, a las cuales se pueden transferir los estudiantes que deseen hacerlo.

“Yo no voy a dejar que mis hijos regresen a la escuela por ahora. A ver el lunes que decidimos mi esposa y yo”, comentó Rogelio Cabrera, un padre de dos estudiantes de esta escuela, que se opone a la decisión de haber traído nuevo personal a la escuela, cuyos hijos fueron uno de los 300 alumnos ausentes a clases el día de ayer.

“No estoy de acuerdo con la decisión que tomó el distrito, pero creo que los padres tenemos que aclararnos en qué es lo que verdaderamente queremos para nuestros hijos. Los mismos padres que aplaudieron que corrieran a los maestros ahora están pidiendo que los regresen”, declaró Cabrera.

La primaria Miramonte, ubicada en el sur de Los Ángeles permaneció cerrada durante dos días, después del arresto de dos de sus maestros Mark Berndt y Martin Bernard Springer, quienes fueron acusados de conducta lasciva y de haber acosado sexualmente a posiblemente a más de veinte estudiantes de esta escuela.

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