Inter va tras el desquite

Diego Forlán ayer en rueda de prensa.

Diego Forlán ayer en rueda de prensa. Crédito: EFE / Guillaume Horcajuelo

París/Roma/EFE – El Olympique de Marsella que no ha dejado de mejorar en las últimas semanas y el Inter de Milán atascado en una crisis de juego y resultados, miden hoy sus fuerzas en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.

El transalpino busca, además, lograr la tercera clasificación consecutiva del Inter para cuartos de final de la Liga de Campeones y, de paso, tomarse la revancha del francés, que, al frente del Mónaco, le eliminó en semifinales al Chelsea que dirigía Ranieri en la de la máxima competición europea.

El Marsella acaba de alcanzar el cuarto puesto de su liga, la mejor clasificación de una temporada que comenzó mal y que ha ido ganando en regularidad con el paso de los partidos. No conocen la derrota desde que el pasado 23 de noviembre cayeron ante el Olympiakos.

“Tenemos derecho a soñar”, afirmó Deschamps, un admirador del fútbol italiano que el pasado verano estuvo a punto de convertirse en el técnico del Inter y que ya dio la sorpresa en Europa cuando condujo en 2004 al Mónaco a la final de la Liga de Campeones.

Deportivamente, Deschamps podrá contar con todo su efectivo de gala con excepción de Rémy, un hombre rápido que hubiera podido crear problemas a la defensa italiana pero que tiene una lesión.

Una pequeña ventaja para el Inter que busca encontrar la serie ganadora que Ranieri tuvo nada más llegar al equipo en septiembre pasado, cuando sumó siete victorias consecutivas que le permitieron salir de la parte baja de la clasificación.

El técnico duda entre alinear un 4-4-2 o un 4-4-1-1, con la delantera como clave, con la posible inclusión del uruguayo Diego Forlán o del holandés Wesley Sneijder para dar apoyo al jugador más adelantado, que sería el argentino Diego Milito o el italiano Giampaolo Pazzini.

“Me faltaba la Liga de Campeones. Esta es la competición más importante del mundo y estoy feliz de volver a jugarla. Hay muchos equipos fuertes y muchos campeones. No es fácil ganar para nadie”, afirmó Forlán en una entrevista al portal de información de la máxima competición europea.

Berlín/EFE – Un Bayern en crisis visita hoy a un peligroso Basilea, el verdugo del Manchester United, en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.

Los bávaros vienen de empatar sin goles con el colista del torneo alemán, el Friburgo, y en la Bundesliga la distancia que los separa del líder, el Borussia Dortmund, es ya de cuatro puntos.

Además, en algunos compromisos recientes han dejado la impresión de que hay una fórmula para neutralizar al Bayern que ya prácticamente conoce toda Alemania y que ya se debe haber divulgado por media Europa.

Si el rival dobla a Franck Ribery y a Arjen Robben y presiona en el centro del campo quitándole al Bayern espacios para hacer circular la pelota, los bávaros suelen terminar en problemas.

El entrenador del Bayern, Jupp Heynckes, ha intentado algunas modificaciones, dejando -por ejemplo- a Robben en el banquillo y desplazando a la banda derecha a Thomas Müller, que tiene un juego más variable.

A veces ha funcionado y a veces no.

Ya en la fase de grupos el Basilea, líder claro de la liga suiza, demostró, al imponerse al Manchester United, que es más que una comparsa en la competición europea.

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