Reforma sanitaria de Obama cumple dos años
El aniversario ocurre en vísperas de que el Tribunal Supremo escuche argumentos a su favor y en contra
Washington – La reforma sanitaria promulgada en 2010 por el presidente de EEUU, Barack Obama, cumple hoy dos años como el mayor logro de su mandato y el más repudiado por sus adversarios, en vísperas de que el Tribunal Supremo escuche argumentos a su favor y en contra.
La legislación -conocida oficialmente como Ley de Cuidado Asequible de la Salud- introdujo los cambios más grandes en más de medio siglo en la asistencia médica en Estados Unidos y apunta a proveer de esos servicios a millones de personas que no pueden pagarlos.
Obama no tiene prevista ninguna actividad especial para conmemorar el segundo aniversario de la promulgación de la reforma y, de hecho, partirá hoy mismo hacia Corea del Sur para participar en la Cumbre de Seguridad Nuclear que se celebrará en Seúl la próxima semana.
Ningún legislador del Partido Republicano votó a favor de la ley en 2010 y sus enemigos más acérrimos han denunciado los cambios, que se han ido introduciendo gradualmente, como un paso hacia un régimen totalitario.
En 38 de los 50 estados del país los legisladores republicanos han presentado proyectos de ley que impiden o limitan la aplicación de la reforma.
Asimismo, los Gobiernos republicanos de 26 estados iniciaron querellas que la semana próxima llegarán al Supremo.
A partir del lunes los nueve magistrados del Supremo escucharán argumentos acerca del ingrediente más controvertido de la Ley de Cuidado Asequible de la Salud- la obligación de que todas las personas en EEUU tengan un seguro médico o paguen una multa por no tenerlo.
El Gobierno de Obama argumenta que tal requisito es un complemento de los nuevos mecanismos incluidos en la legislación y que crearán sistemas de seguros de salud asequibles para toda la población.
En EEUU la mayoría de las personas con seguro de salud lo obtienen a través de sus empleadores.
Hay empleadores que no ofrecen un seguro de salud y las personas que no tienen o pierden un empleo pierden el seguro.
Aquellos que no tienen seguro y afrontan emergencias van a los hospitales, donde el costo de su atención pasa a los contribuyentes.
Los adversarios del “seguro obligatorio” sostienen que esa estipulación en la ley viola la Constitución, tanto porque obliga a los individuos a la adquisición de un servicio como porque impone a los estados costos dictados por el Gobierno federal.
El martes seguirá el intercambio de argumentos sobre el “seguro obligatorio” y comenzarán los argumentos sobre otros aspectos de la legislación, que se prolongarán también durante el miércoles.
El Tribunal Supremo, que podría emitir su fallo a mediados de año, bien puede declarar toda la ley inconstitucional o puede declarar que es inconstitucional el ingrediente del “seguro obligatorio”.
También podría aceptar la constitucionalidad de toda la legislación que, según diferentes encuestas, cuenta con el respaldo de casi el 60 por ciento de los estadounidenses.
El dictamen del Supremo, sea cual sea, tendrá un gran impacto en la campaña electoral, en la cual Obama busca ser reelegido en noviembre y sus contrincantes republicanos ya han prometido que, de llegar a la Casa Blanca, su primera medida será eliminar la reforma sanitaria.
La Casa Blanca confía en que el Supremo validará la constitucionalidad de la ley.
“Es un momento histórico porque vamos a tener estos argumentos en la Corte Suprema, pero tenemos confianza de que la Corte va a decir que ésta es la ley y va a seguir siendo la ley”, dijo Cecilia Muñoz, directora del Consejo de Política Interna de la Casa Blanca, este jueves en una mesa redonda con medios de comunicación en español.
El Ejecutivo continuará poniendo en marcha la ley “porque esto es importantísimo no solamente para nuestra salud, sino también para la economía del país y las economías de las familias”, agregó Muñoz, quien vaticinó que tampoco el Congreso logrará revocarla.