Breivik tenía todo listo para asesinar a Obama
El fue quien planeó y ejecutó en solitario el ataque en Oslo, donde ocho personas murieron, así como el tiroteo en la isla de Utoya, donde mató a 69 jóvenes que asistían al campamento de las Juventudes Laboristas
El presidente de EE.UU., Barack Obama, iba a ser asesinado en 2009, cuando viajó a Oslo para recoger el Premio Nobel de la Paz. Crédito: Archivo / EFE
Londres, 1 abril – El autor confeso del doble atentado de julio pasado en Noruega, Anders Behring Breivik, planeó asesinar al presidente estadounidense Barack Obama en 2009, cuando viajó a Oslo para recoger el Premio Nobel de la Paz, reveló hoy la prensa noruega.
Durante su interrogatorio, Breivik confesó que planeaba matar a Obama con un carro bomba que sería colocado en el Ayuntamiento de Oslo, escenario de la ceremonia de la entrega del galardón, el 10 de diciembre de 2009, según el diario noruego Dagbladet.
El ultraderechista noruego, de 33 años de edad, relató que para cometer el atentado contra Obama tenía pensado disfrazarse de policía, tal y como lo hizo durante los ataques en Oslo y la isla de Utoya, el 22 de julio pasado, los cuales dejaron 77 muertos y 151 heridos.
Sin embargo, Breivik decidió no seguir adelante con el plan debido a las estrictas medidas de seguridad en torno a Obama y a la ceremonia de la entrega del Premio Nobel de la Paz 2009, reportó el diario Dagbladet, retomado por diversos medios de prensa.
Según el rotativo noruego, Breivik dijo que el atentado contra Obama hubiera sido un acto simbólico dirigido no tanto contra el mandatario estadounidense sino contra la institución encargada de seleccionar a los ganadores del Nobel que, según él, se reparte entre gente de izquierdas.
El ultraderechista es procesado como único responsable del tiroteo en la isla de Utoya y del atentado con carro bomba en un complejo gubernamental en Oslo, que dejaron 77 muertos en ambos ataques, considerados los peores en el país desde la Segunda Guerra Mundial.
Según la fiscalía y la policía noruega, Breivik planeó y ejecutó en solitario el ataque en Oslo, donde ocho personas murieron, así como el tiroteo en la isla de Utoya, donde mató a 69 jóvenes que asistían al campamento de las Juventudes Laboristas.
De ser condenado por cargos de terrorismo, el noruego enfrentará una sentencia de 21 años, pero si el tribunal lo declara un peligro público podría mantenerse tras las rejas por tiempo indefinido.
