Un vía crucis de LA a Tijuana

Fieles recuerdan la causa de los inmigrantes en Semana Santa

Una réplica del Divino Salvador del Mundo atada a la caja de una camioneta pick up partió ayer por la mañana del parque MacArthur, cerca del centro de Los Ángeles, rumbo a la frontera con Tijuana.

La imagen encabezaba la representación del vía crucis de Jesucristo para recordar la cruz que cargan los inmigrantes indocumentados en este país.

Antes de partir en ese viaje de 140 millas al sur, recargado en ese vehículo estaba Fidel Sánchez tocando la guitarra y entonando una alabanza.

La réplica, de unos seis pies y medio de altura colocada en una urna de vidrio, fue traída hace doce años desde Centroamérica para las festividades del Santo Patrono de El Salvador, explicó Sánchez.

Adornado con palmas y banderas rojas, el Divino Salvador del Mundo salió en caravana de vehículos como símbolo de esperanza en el inicio de la Semana Santa.

“Aquí en el centro de Los Ángeles recordamos a aquellos que vinieron a este país buscando una vida mejor, y que ahora sufren por el racismo y la falta de oportunidades. Recordamos a los que son juzgados y maltratados por el color de su piel o el idioma que hablan”, comentó uno de los sacerdotes participantes durante la oración de la segunda estación del vía crucis.

La peregrinación fue organizada por la Diócesis Episcopal de Los Ángeles en un recorrido en automóvil que tuvo estaciones en San Clemente y Chula Vista hasta llegar al Parque de la Amistad, en la frontera con Playas de Tijuana, donde por la tarde se celebró una misa binacional con miembros de la Iglesia Anglicana de esa ciudad.

La reverenda Elizabeth Muñoz, rectora de la Iglesia Episcopal de la Trinidad, comentó que la idea es reconocer que hay una necesidad de leyes justas para el inmigrante, ya que hay familias que han estado por años buscando el modo de vivir dentro de la legalidad migratoria, pero ha sido prácticamente imposible.

“Creemos en las buenas nuevas de Jesucristo, que vino a esta tierra como inmigrante del cielo a la Tierra, sin papeles, y eso se nos olvida cuando empezamos a poner fronteras y barreras, sobre quién puede estar y quién no puede estar, queremos recordar que Jesús nos llamó a que fuéramos unidos y amados”, mencionó.

De Los Ángeles salieron unas 30 personas, pero durante el recorrido se fueron sumando más hasta llegar a la frontera con Tijuana, donde alrededor de 200 feligreses participaron en la eucaristía.

El sacerdote episcopal Roberto Limantur era uno de los participantes en el vía crucis por los inmigrantes.

“Es importante que no sólo nosotros demos una muestra de nuestra fe, sino que hagamos ver a los demás, que independientemente de las posiciones y denominaciones que uno pueda tener, que hay una tradición y hay una fe que es importante retomar en estos tiempos”, mencionó.

Ruby Vázquez, feligrés de la parroquia Todos los Santos de Highland Park, también estuvo en la peregrinación.

“Lo hacemos en el nombre de todos los que hemos venido a este país, por todos los inmigrantes de diferentes países, no sólo de nosotros los hispanos, con el mensaje de que estamos unidos, porque Jesús también fue un inmigrante”, comentó. “Es por la situación de las familias que están siendo separadas porque no tienen papeles”.

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