¿Un hispano para vicepresidente?

Después de sus victorias en las primarias de Wisconsin, Maryland y el Distrito de Columbia, a Romney le falta muy poco para convertirse en el candidato a la presidencia por el Partido Republicano. Y ya comenzaron las especulaciones de quién será su compañero de boleta como candidato a la vice presidencia. Aunque parezca increíble, los republicanos hablan de tres hispanos como posibles candidatos a la vicepresidencia.

Los tres son conservadores y tienen el respaldo del Tea Party. Todos tienen sus cosas buenas y sus puntos flacos. De ellos, el senador de la Florida Marco Rubio es el que más suena. La cadena ABC dice que más de la tercera parte de los republicanos quisieran que él fuese el escogido por Romney. Pero también hablan de la gobernadora de Nuevo México Susana Martínez y de Brian Sandoval, el gobernador de Nevada.

Algunos creen que Rubio ayudaría a Romney a ganar los 29 votos electorales de la Florida, un estado siempre peleado por los dos partidos. Martínez haría lo mismo en Nuevo México, pero ese estado sólo cuenta con cinco votos electorales.

Lo más interesante de todo es que este barullo de candidatos afroamericanos e hispanos ha ocurrido en los primeros años del siglo XXI. Lo que antes era un imposible, hoy es casi un requisito.

Sería, irónico, sin embargo, que los cargos ejecutivos más importantes del país fueran ocupados primero por negros e hispanos, antes de que una mujer llegue a la Casa Blanca.

Rubio es popular en la Florida donde los cubanos y puertorriqueños no tienen problemas migratorios. Sin embargo, su voto en contra del Dream Act lo perjudica entre los hispanos en otras partes del país.

No importa que ahora Rubio trate de presentar un Dream Act que permita a estos jóvenes quedarse en este país legalmente, sin convertirse en ciudadanos. El hecho de ser de origen cubano, de estar opuesto a leyes que favorecen la legalización de los indocumentados lo perjudica. El Partido Republicano ha sido muy duro con los indocumentados y los ciudadanos americanos provenientes de México, América Central y América del Sur no se lo perdonan.

Martínez y Sandoval son populares en sus estados, pero tampoco han logrado atraer al voto hispano fuera de sus propias fronteras.

Martínez debía de atraer tanto a las mujeres como a los hispanos; pero sus posiciones, al igual que las de Rubio, son demasiado conservadoras para lograrlo.

También se habla de otros conservadores como candidatos. Entre ellos están el senador por Carolina del Sur Jim DeMint y los gobernadores Chris Christie de Nueva Jersey y Bob McDonnell de Virginia. Y de Paul Ryan, el congresista de Wisconsin.

Estrategas del Partido Republicano como Alex Castellanos, quien asesora a Romney y Ford O’Connell, creen que el exgobernador de Massachusetts necesita a un hispano como su compañero de boleta.

Personalmente creo que es demasiado prematuro hablar de Rubio, Martínez o Sandoval. Tienen poca experiencia. Obama tampoco tenía y hoy es presidente. Pero es difícil pensar que la historia se repita en elecciones sucesivas.

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