Desunión y riña entre latinos

Latinos de Compton tienen fama de participar de los procesos, de no votar y estar desunidos

María Villareal, propietaria de 'El Burrito Loco' y presidenta de la Cámara de Comercio Latina de Compton.

María Villareal, propietaria de 'El Burrito Loco' y presidenta de la Cámara de Comercio Latina de Compton. Crédito: Jessica Kwong

Tercera parte de una serie de cuatro

Entre los diversos grupos étnicos que conforman la comunidad de Compton es común escuchar los comentarios sobre la desidia de los latinos. Para muchos de ellos solamente se sientan a esperar, no participan de los procesos, no votan y solamente se enfocan en sus propios negocios.

El alcalde afroamericano de Compton, Eric Perrodin, reconoció que actualmente existen dos grupos latinos y recuerda que había tres o cuatro en 2001, cuando se postuló para su posición.”Me parecía que había muchos celos entre los grupos y en vez de usar [su energía] como una plataforma para avanzar las causas de los latinos, parece que los celos y la animosidad fue lo que desafortunadamente causó que no fueran una coalición cohesiva y la fragmentó”, contó Perrodin.

Y ese sentimiento ha vuelto a resurgir con la polémica causada por la Medida B, que pretende reformar el sistema de votación a uno que les daría a los latinos una mejor oportunidad de elegir el candidato de su preferencia.

Según David Ely, dueño y gerente de Compass Demographics, aproximadamente el 51.9% de la población de votantes en el distrito 2 de Compton son latinos. Eso podría aumentar si se hicieran los nuevos lineamientos de los distritos en la ciudad.

“Mi análisis demuestra que de hecho hay varias configuraciones que podrán crear un distrito en el cual los latinos puedan ser la mayoría de la gente elegibles para votar”, señala Ely en una declaración previa realizada apoyando a las mujeres que hicieron la demanda contra la ciudad.

Con la Medida B un puñado de latinos ha surgido como líderes, pero la falta de unidad vuelve a resaltar.

Están divididos en dos grupos que tienen alrededor de media docena de miembros, muy activos cada uno. Esos son la Cámara de Comercio Latina que se fundó en los años 70, y el Community United for Compton que se formó hace un par de años.

Miembros de ambos partidos han participado en las primeras dos reuniones del Comité para “Sí en la Medida B, para Democracia en Compton”,y es evidente la discordia entre ellos, lo que dificulta enviar a un latino al poder.

Actualmente, cada grupo pelea su espacio y trata de desestimar la labor del otro. “No hay una Cámara de Comercio Latina de Compton”, dijo a La Opinión un miembro de Community United for Compton, Lorraine Cervantes, de 70 años.

“El teléfono de ellos no ha estado en funcionamiento por años, no tienen reuniones. No existe”, aseguró.

María Villareal, de 41 años y presidenta de la Cámara de Comercio Latina, y quien asiste a las mismas reuniones que Cervantes, negó tal comentario.

Según ella, la ciudad paró de apoyar financieramente a su organización desde 2008, y por eso dice que utiliza su teléfono celular para trabajar y solo va a la oficina, en un edificio manejado por la ciudad, cuando hace citas de trabajo. “Nadie me paga, estoy haciendo lo que puedo sin fondos”, agregó.

Señaló además que el Community United for Compton, que incluye a la presidenta Diane Sánchez y a Álex y Luis Landeros, entabló una demanda similar a la de la ciudad contra el Compton Community College District. Además alega son los “Yes people” del alcalde Perrodin.

“Ese grupo de latinos está entrenado directamente por la alcaldía sobre la forma de hacer negocios y enriquecer sus propios bolsillos al costo de la comunidad hispana de bajos recursos”, sostuvo Villareal.

“Entonces hay un grupo de latinos que se venden y habemos un grupo de latinos que tenemos dignidad y no aceptamos una posición a cambio de callarnos y no alebrestar”.

En respuesta, Sánchez, de 39 años, quien también sirve como la presidenta del Comité para la Medida B, dijo que no es así. Indica que Community United for Compton tiene la misión de animar a la gente de todas las razas a que participen en la política de la ciudad.”La gente dicen cosas pero realmente no entienden”, indicó.

Además de afirmar que trabaja muy cerca con Community United for Compton y que habla con la presidenta de la Cámara de Comercio Latina, Perrodin dijo que “parece que la Medida B ha provocado una gran reacción en la comunidad latina, reuniéndolos, y lo veo como algo bueno”.

Mientras, Lynn Boone, miembro de Concerned Citizens of Compton, un grupo afroamericano con poder, sostiene que las cosas serían más productivas “si trabajaran juntos, y olvidaran cualquier diferencia que tienen entre ellos”.Activistas en la comunidad dicen que otro grupo con poder es la Cámara de Comercio de Compton. Cervantes dice que la mayoría de los comerciantes en la organización son afroamericanos, y que la Cámara de Comercio Latina servía a los negocios pequeños.”No hay un grupo con mucho poder latino en la ciudad”, dijo Cervantes.

“Antes era la Cámara de Comercio Latina, pero ya no lo es”.

Perrodin agregó que tiene optimismo de que los votantes van a aprobar la Medida B el 5 de junio, aunque los latinos no están bien organizados.

“Piensa que se podría aprobar con 3,000 a 4,000 votos”, dijo. “Si las iglesias católicas con congregaciones grandes de latinos como Sagrado Corazón hicieran el esfuerzo para la medida B, pasaría”.

Pero Joe Serrato, de 61 años y un organizador político en Compton desde los años 60, piensa que solo se va aprobar si los afroamericanos están a favor de la misma. Apuntó que en la última reunión del Comité para Medida B, solo vinieron dos afroamericanos, menos que la primera reunión.

“Le pregunte a la presidenta Diane, ‘Dondé están los afroamericanos?’ y me dijo que la secretaria Enelida Álvarez no les llamó’”, dijo Serrato. “Sinceramente espero que esté equivocado, pero soy realista”.

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