Tres días de magia

El resort Walt Disney World contiene numerosos parques —Epcot, Hollywood Studios, Animal Kingdom y Magic Kingdom—. Aquí le recomendamos lo mejor para aprovechar su tiempo durante una estancia mágica e inolvidable

Epcot , en el Walt Disney World Resort

Epcot , en el Walt Disney World Resort Crédito: Fotos: Josep Parera / La Opinión

LAKE BUENA VISTA, Florida.- Para los residentes en el sur de California, visitar Disneyland significa pasar el día completo esperando en colas, recorriendo el parque (y también California Adventure, si sobra tiempo) y tratando de aprovechar el día al máximo con el fin de regresar a casa por la noche.

En Walt Disney World (WDW, por sus iniciales en inglés), el parque hermano en Florida, las cosas son muy distintas.

Si se visita la región desde más allá de Orlando y sus alrededores, no cabe la menor duda de que la mejor opción es quedarse un par de noches, como mínimo, en uno de los múltiples hoteles disponibles en el mismo resort, que están comunicados de forma simplemente extraordinaria con los cuatro parques y su zona de entretenimiento, Downtown Disney, a través de una flotilla de alrededor de 300 buses y hasta de una red de botes si el destino entra dentro del perímetro de uno de sus lagos más grandes, el Lake View.

La primera recomendación sería -además de asegurarse la compra de boletos hopper, que permiten la entrada cualquier día a cualquier hora a Magic Kingdom, Epcot, Animal Kingdom y Hollywood Studios- hacer una reserva en, precisamente, uno de los hoteles situados alrededor del citado lago, ya que están a pocos minutos de Epcot y Hollywood Studios, y a no más de 20 minutos en bus de los otros dos parques.

Tanto el Disney Yacht Club como el Disney Beach Club, en su combinación de elegancia tradicional y buen servicio, son dos opciones perfectas (habitaciones para cinco a partir de $335).

Y quien quiera gastar algo menos de dinero, el WDW Swan Hotel o el WDW Dolphin Hotel (habitaciones para cuatro a partir de $279) también se aprovecha de esta excelente localización, bien rodeada de restaurantes y cafés en el encantador Disney Boardwalk, que recuerda a los paseos marítimos de los años 20 y 30 en la costa noreste del país.

Más allá de este área, citar el sofisticado Grand Floridian Resort & Spa (habitaciones para cinco a partir de $460), el inmenso y moderno Contemporary Resort (habitaciones para cinco a partir de $315) o los más temáticos Polynesian Resort (habitaciones para cinco a partir de $405) o el Wilderness Lodge (habitaciones para cuatro a partir de $265), todos ellos alrededor del parque Magic Kingdom; y el maravilloso Animal Kingdom Lodge (habitaciones para cuatro a partir de $265), cerca del parque con el mismo nombre.

Otros algo más lejanos de los parques, pero que presentan precios más al alcance de muchos, como el Art of Animation Resort (habitaciones para seis a partir de $249), el Pop Century Resort (habitaciones para cuatro a partir de $69), el Caribbean Beach Resort (habitaciones para cuatro a partir de $159), el Coronado Springs Resort (habitaciones para cuatro a partir de $164) o, más cerca del Downtown Disney -mucho más parecido al ruidoso y abrumador CityWalk de Universal City que no al área de entretenimiento del mismo nombre en Anaheim, mucho más tranquila y elegante-, el Port Orleans Resort (habitaciones para cinco a partir de $159), el Saratoga Springs Resort (habitaciones para cuatro a partir de $315) y el Old Key West Resort (habitaciones para cuatro a partir de $315).

Por supuesto, hay ofertas fuera de los limites de WDW por parte de todo tipo de cadenas hoteleras, pero el servicio de comunicación con los parques no es tan eficiente.

Por ejemplo, viajar del Sheraton Lake Buena Vista al parque Animal Kingdom solo es posible hacerlo en un bus diario y a unas horas concretas e intempestivas.

Cuando uno se hospeda en el mismo WDW Resort, el servicio de transporte es de un bus cada 15 o 20 minutos, a veces hasta menos, a cada uno de los parques temáticos.

Y la misma facilidad se ofrece para los desplazamientos, siempre gratuitos, desde y hacia el aeropuerto, o desde y hacia la terminal de cruceros en Puerto Cañaveral, desde donde parten los barcos más modernos de Disney Cruise Line, el Dream y el Fantasy.

Además, si se hospeda en el WDW Resort, puede aprovechar que los parques están abiertos solo para usted una hora antes y hasta tres horas después del horario habitual para el resto de visitantes.

No hay que dejarse abrumar por el tamaño de WDW, que abrió sus puertas en 1971 y que hoy presenta unas dimensiones de más de 45 millas cuadradas.

Planear su estancia de forma eficaz no solo puede ahorrarle dinero (reduciendo las noches de hotel) sino que además le permitirá subirse a más atracciones.

Si usted y su familia son expertos en Disneyland y California Adventure algunas de las atracciones ya las conocerán y no hará falta que esperen en colas de una hora o más para volver a experimentar, por ejemplo, Star Tours: The Adventures Continue, Toy Story Mania, It’s a Small World (el original en California es infinitamente mejor), Captain Eo, Big Thunder Mountain Railroad, The Twilight Zone Tower of Terror, Kali River Rapids (mucho menos excitantes que los rápidos similares en California Adventure) o It’s Tough to Be a Bug.

No obstante, son siempre recomendables revisitar clásicos comoHaunted Mansion o Peter Pan’s Flight (los instalados en Magic Kingdom son mejores que los de Disneyland), Pirates of the Caribbean (decorados más espectaculares pero narrativa más apresurada que la atracción original), Fantasmic! (en Hollywood Studios) y Space y Splash Mountain también en Magic Kingdom (este parque, por cierto, está en plena fase de remodelación de su Fantasyland, que será convertido en un área inspirada en filmes de la compañía como Beauty and the Beast; la inauguración está prevista para el año que viene).

Parque por parque, estos son las atracciones y shows más recomendables, en dos jornadas de visita fácilmente ampliables a tres.

Día uno

Disney’s Animal Kingdom (mañana/tarde): a cuatro años vista a que se inaugure la atracción inspirada en Avatar que de bien seguro sentará las bases futuras del concepto de un parque de atracciones, no faltan razones para entrar en esta área temática dedicada al mundo animal y que abrió sus puertas en 1998.

No se pierda las atracciones Expedition Everest, que mejora considerablemente la clásica y maravillosa Matterhorn en Disneyland; Dinosaur, sin lugar a dudas la atracción más terrorífica en un parque Disney, con un empleo ejemplar de los “animatronics” y la iluminación; y, por supuesto, Kilimanjaro Safaris, como indica su nombre, un safari a bordo de un vehículo que sitúa al visitante casi frente a frente de elefantes, jirafas, cocodrilos, hipopótamos, leones y otros animales de la fauna africana.

Magic Kingdom (tarde/noche): disfrute de Haunted Mansion, Peter Pan’s Flight y el show de luces y fotografías The Magic… The Memories and You (proyectado sobre el inmenso castillo central), el clásico desfile Main Street Electrical Parade y los fuegos artificiales Wishes Nighttime Spectacular.

Día dos

Epcot (mañana/tarde): como es conocido, este parque, inaugurado en 1982, permite recorrer países como México, Francia, Marruecos, Italia, Japón y Alemania, y degustar sus cocinas tradicionales.

Pero también hay atracciones, como Mission Space, que traslada al visitante al planeta Marte en una cápsula que recrea el mismo efecto del despegue de un transbordador espacial (hay dos versiones de esta indispensable atracción para aquellos que no quieran someterse a impresiones demasiado fuertes); Test Track, la mejor atracción en Epcot, que lo convierte en un muñeco de pruebas a bordo de un auto, alcanzando la máxima velocidad disponible en una atracción en WDW (incluso más que la montaña rusa Rock ‘n’ Roller Coaster con Aerosmith); Spaceship Earth, un excelente e instructivo recorrido a través de la historia de la Humanidad en la gigantesca esfera central del parque; y el show nocturno IllumiNations, más acertado en su empleo de fuegos artificiales que no en su vano intento por celebrar la unión y el entendimiento entre naciones.

Disney’s Hollywood Studios (tarde/noche): además de Fantasmic!, este parque/homenaje al mundo del cine y a Los Ángeles (tiene su propio Farmer’s Market, pero con otro nombre) incluye shows exclusivos, aunque no indispensables, como Indiana Jones Epic Stunt Spectacular o desfiles como Pixar Pals Countdown to Fun! Parade. La atracción más destacada en Hollywood Studios, parque similar en intenciones y diseño a California Adventure, es la intensa montaña rusa Rock ‘n’ Roller Coaster starring Aerosmith, junto con The Twilight Zone Tower of Terror. Ahorre su tiempo y no entre en The Great Movie Ride, un teórico viaje a través de clásicos del cine como Casablanca, Raiders of The Lost Ark, Alien y The Wizard of Oz, con “animatronics” mediocres y lento proceder; eso sí, eche un vistazo a la excelente réplica del Grauman’s Chinese Theatre de Hollywood justo a su lado.

Si dispone de un tercer día, lo puede aprovechar fácilmente para visitar de nuevo su atracción favorita (recuerde la disponibilidad de los “park hopper”: $120 por adulto, $114 niños, por día, así como la facilidad que supone hacerse con los deseados “fast passes”, gracias a los cuales puede reducir la espera en algunas atracciones hasta más de una hora, o el acceso, en algunas ocasiones, para los “single riders”, es decir, aquellos que viajan solos… o en grupos a los que no les importa ser separados una vez a bordo de la atracción).

Además, los hoteles tienen piscinas y áreas de entretenimiento para toda la familia, restaurantes para todos los gustos (aunque no siempre asequibles a todos los bolsillos), y no hay que olvidarse de los dos parques acuáticos en el WDW Resort, Disney’s Blizzard Beach y Disney’s Typhon Lagoon, así como parques adicionales en sus alrededores como SeaWorld o Universal Studios.

Finalmente, para aquellos que por la noche no estén agotados, algo difícil, el Downtown Disney es un bullicioso y algo histérico punto de encuentro con tiendas (atención al Lego Imagination Center), restaurantes (Bongos Cuban Cafe, propiedad de Gloria y Emilio Estefan, y un Planet Hollywood para aquellos que aún recuerdan esta fallida empresa que lideraron en los años 90 Bruce Willis, Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger), bares (el irlandés Hole in the Wall), cines, clubs nocturnos (House of Blues) y un show del omnipresente Cirque du Soleil, La Nouba.

El Walt Disney World Resort es, de este modo, mucho más que atracciones: se trata de un verdadero destino vacacional de varios días y para todo la familia en el que, lo más importante es saber qué hacer, dónde, cuándo y cómo.

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