RD, una mecha encendida
El dominicano festeja emotivamente sus logros y transforma sus desdichas en chistes. En una campaña electoral como las que se están llevando a cabo ahora en la República Dominicana, se da un comportamiento que no se puede considerar como fenómeno. Se converge en una simpatía particular por un candidato, vive una pasión extensa, la que se manifiesta al momento de identificarse como partidario de un aspirante, en la mayoría de los casos se llega a la resolución de “no hablar de política” esto es cuando se quiere conservar una amistad, -mire yo de religión, política y pelota no discuto con usted, frase que suele escucharse con frecuencia entre los dominicanos. En fin el comportamiento social dominicano ha dado origen a una especie de conducta, completamente desviada de las ciencias políticas como tal, entre un dimes y diretes, se ha ido diluyendo el sentimiento patrio de este pueblo que muy pocas veces, en su vida de historia patria ha podido honrar las frases cargadas de gloria de su himno nacional.
